Máximo sube el perfil y se ve como futuro presidente de la Cámara Baja

Rum rum permanente. Habría cambios después del 14 de noviembre.

Máximo Kirchner llamó la atención de la semana política. Subió el perfil y dio un para de notas a periodistas afines, aunque una de ellas le generó ruido. La intención del hijo de Cristina es abrirse la agenda. Hace tiempo que entendió que la confrontación permanente solo puede servir en algunos momentos de la campaña.

De la mano de Sergio Massa cultivó relaciones com empresarios del círculo rojo, que en los tiempos de su acné k fueron enemigos elegidos. A esos puentes, ahora habituales, le sumó apertura con algunos periodistas. ¿Qué pretende?

Dar cuenta que él puede ocupar sitios mas trascendente en el futuro y entender que la elección PASO fue un aviso, quizás de un fin de época.

En el peor momento entre Cristina y Alberto, él no deja de asistir a los actos oficiales. Le brindó su apoyo al presidente en el masivo acto de Nueva Chicago, desaforado de todo tipo de protocolo Covid. Se lo vio siempre cerca de un debilitado primer mandatario.

Dicen en el rum rum que su objetivo es alistarse para llegar a ser presidente de la Cámara Baja de pasar al gabinete Sergio Massa. El tigrense tiene dudas de dar ese paso tan potente a un gobierno que después del 14 de noviembre pasaría a ser esencialmente de transición.

A veces la política y sus llamados no piden permiso. De darse esa situación, Máximo quedaría directo en la líneas de sucesión presidencial junto con su madre, la vice presidenta, y ambos manejarán el Congreso de la Nación.

Una foto rara a nivel institucional pero absolutamente legal. Sectores de la oposición que triunfaron por ir a la captura de la presidencia de la Cámara de Diputados deberán sentar una postura política muy definida.

Máximo quiere blanquearse ante la opinión pública. Con el periodista Alejando Bercovich tuvo que sortear una pregunta muy incómoda. Dicho con un tono amable lo sorprendió: “¿Qué necesidad tenes de tener tantas propiedades?”.