Menem en el espejo de Roca

Eduardo Lazzari

Por Eduardo Lazzari

La historia puede ser inútil si se la toma como justificación del presente. Pero puede ser una fuente de inspiración ejemplar para entender el presente como consecuencia del pasado y anticipo del futuro. No se deben comparar hechos de tiempos diferentes como si hubieran ocurrido simultáneamente y sin respetar el contexto. Pero, cuando se mira la historia de un país se encuentran elementos que permiten descubrir el espíritu de ese pueblo a través de las figuras que lo gobernaron.

En estos días posteriores a la muerte de Carlos Saúl Menem es posible la comparación con otros personajes de la historia. Y la tentación de establecer una relación con Julio Argentino Roca es potente y caeremos en ella. Lo primero que une a Roca con Menem es que fueron los dos presidentes que más gobernaron la Argentina: los dos completaron dos períodos y el tucumano ocupó la presidencia doce años y el riojano diez años y medio.

Roca y Menem gobernaron con un equipo de hombres que los superaban intelectualmente, eso no los acomplejó. Los dos fueron líderes indiscutidos de sus partidos políticos y ambos se retiraron, quizá Menem no lo hizo a tiempo. Pero Roca no aceptó la tentación de una tercera presidencia en 1910 y Menem se retiró del balotaje que podría haberlo llevado de nuevo a la Casa Rosada en 2003 (más allá de se piense que no tenía posibilidad de ganar esa elección, como el hecho no se produjo no se lo puede dar por sentado)

Si algo une a Roca con Menem, es su búsqueda de acuerdos. Los tiempos fueron diferentes. Los separaron cien años: un siglo. Pero Roca para gobernar unió a los adversarios y creo el Partido Autonomista Nacional. Menem congregó a todos los peronistas y fue el último en lograr su liderazgo. Roca viajó a Chile para evitar una guerra que era buscada por muchos. Menem le puso un poncho en el hombro a la “maldita” reina Isabel II de Gran Bretaña. Y en 1999 se sacó una foto en el estrecho de Magallanes, en la más suprema imitación de Roca que hizo otro presidente argentino. Roca acordó con Pellegrini, de quien no era amigo, para sacar el país adelante en la crisis de 1890. Menem acordó con Alfonsín, su “viejo adversario”, para una reforma consensuada de la Constitución en 1994.

“Los hombres deben ser gobernados, los acontecimientos deben ser navegados”. Roca hizo de esta frase su instinto de gobierno. Menem fue el más pragmático de los presidentes de la restauración de la democracia, desde 1983. Ambos fueron fieles a una frase que propuso Bartolomé Mitre para enfrentar las crisis: “Cuando todos se equivocan, todos tienen razón”. Ni Roca ni Menem se pusieron en contra de la opinión pública al extremo de enfrentarla. Como pudieron, intentaron siempre seducirla. Las diferencias son enormes. Pero es más valioso aceptar el consejo de Roque Sáenz Peña: “Todo nos une, nada nos separa”. El acuerdo como política unió a Roca y Menem en una búsqueda distinta pero que los ayudó a gobernar.

Foto del 15 de febrero de 1899. Roca y Errázuriz
Foto del 15 de febrero de 1899. Roca y Errázuriz
Foto del 15 de febrero de 1999. Menem y Frei
Foto del 15 de febrero de 1999. Menem y Frei