Michetti juega fuerte y es la cara del oficialismo contra el aborto

La vicepresidenta quiere que la Cámara Alta se tome todo el tiempo que sea necesario en el tratamiento y juega a fondo a introducir modificaciones.

Como nunca quedó corrida de lo meramente protocolar. Es que Gabriela Michetti tiene un hondo compromiso con la Iglesia en tratar de rectificar el camino sancionado por la Cámara Baja, y sabe que sus convicciones no pueden conjugar el mismo verbo que ahora comulga un cambio de estrategia de la Rosada, que prefiere la aprobación por miedo a las protestas de los pañuelos verdes.

Se podría decir que su juego es más fuerte inclusive que el de otro de los cristianos practicantes, el senador Esteban Bullrich. Los grupos de activistas azules dudan de la opción que tome el ex Ministro de Educación al final del camino.

La titular del Senado recibió una marcación de cerca, por parte de sus colegas peronistas, que no guardan por ella mayor simpatía. La atacaron para marcarle una nueva contradicción al oficialismo. La idea de abrir un debate , como el del aborto, en plena discusión de la coyuntura socioeconómica, y pensar que será sin heridos propios y ajenos, fue al menos otro error de cálculo.

La Iglesia lo planteó si eufemismos: el presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas), monseñor Jorge Lugones dijo que “quieren tapar la pobreza con otros debates”.

Michetti se defendió ante las acusaciones que pretende dilatar el debate. En el diario La Nación, bajo el título La Riqueza de la Democracia está en el Debate, Michetti argumentó que el giro a cuatro comisiones fue  análogo a lo que sucedió en Diputados, y que ella no definirá cuántas reuniones tendrá el plenario de comisiones o qué modalidad tendrá el debate.

También focaliza en un punto que será el centro de las modificaciones que el Senado podría imprimir al proyecto enviado por diputados, la financiación de los futuros abortos.

“Que una prestación sea gratuita para el paciente no significa que no sea pagada por el Estado”, subrayó Michetti quien recorre el interior del país, y toma nota que los números contra el proyecto de despenalización son muy fuertes a contracara del acompañamiento que tiene la iniciativa en los grandes centros urbanos.

Entre los secretos de pasillos, todos pro verdes (a la fuerza o convencidos) y opositores azules, reconocen que la media sanción de diputados trae problemas a resolver desde lo técnico. No es la primera vez que Diputados regala artículos muy mal resueltos. Otro tema urticante es la objeción de conciencia de los médicos.

Clínicas asociadas a la Iglesia pretenden lograr que la objeción de conciencia sea institucional, eximiendo a los facultativos de una presión extra al nuevo escenario.

En tanto, Federico PInedo también se abraza a Michetti en la causa de pelar artículo por artículo. En las últimas horas se trenzó en una dura discusión con la diputada radical Silvia Lospenato, quien fue una de las voces más importantes de la opción pro aborto.