Monseñor Aguer indignado con el intendente de La Plata

El descontrol nocturno en una plaza platense, no solo hizo protestar al obispo sino que desnudó la dura interna en el PRO entre el actual intendente Julio Garro y el diputado Daniel Lipovetzky.

En una carta con fecha del 20 de enero, Aguer le señaló a Garro: “escribo a deshora (2.30), durante el insomnio que me han provocado las picadas automovilísticas de los burguesitos y las explosiones de los descerebrados motoqueros”.

Aguer, quien ya había censurado “la manía municipal de emplear el espacio central de la ciudad para festivales de rock y de cumbia”, se quejó ante Garro del “populismo galopantes de los sucesivos gobiernos”.

En otro párrafo memorable el obispo señaló que “varios siglos antes de Cristo, Aristóteles sentenciaba que la misión de los políticos es asegurar la felicidad de los ciudadanos; no la de ellos, los políticos mismos, lo que sucede en la desdichada Argentina desde hace tanto tiempo, cualquiera sea el partido en el poder, militares incluidos”.

“Una última palabra -concluyó- con todo respeto: los ciudadanos no somos tan giles y la paciencia tiene un límite”.

El diputado nacional Lipovetzky, con domicilio en City Bell, no desaprovechó la ocasión para embestir a quien por ahora venía criticando por lo bajo, desde el mismo paraguas que cobija a los seguidores de Mauricio Macri.

En su cuenta de Facebook, no desaprovechó la oportunidad para comentar, haciendo referencia a la nota de “El Día”: “no comparto muchos de los pensamientos de monseñor Aguer! Pero en este caso debo reconocer que tiene razón respecto a lo que sucede, a la noche, en la hermosa Plaza Moreno de la ciudad de La Plata”.

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