Morales en su laberinto, emprende ofensiva final contra Milagro Sala

El gobernador de Jujuy llamó a una movilización por la “paz social”. El mandatario radical cree que solo estará garantizada si sigue presa Milagro Sala. Macri toma distancia.

Aquella primera detención, por el acampe frente a la gobernación de Jujuy, fue el comienzo de una serie de medidas polémicas que encerraron en un laberinto al gobernador Gerardo Morales, y que empujó a pesadas incomodidades al presidente.

La tensión por la permanencia en una celda, hace casi 1 año, crece en los foros internacionales. Primero fue acusada de ‘sedición’. Luego le informaron que seguiría presa como sospechosa de asociación ilícita y porque se obstruiría el trabajo de la Justicia.

Macri tomó dimensión del problema cuando escuchó las quejas del Primer Ministro de Canada, que al visitar el país no trajo brotes verdes sino consignas de Amnesty Internacional.

Ahora, cualequier cosa que suceda será con costo político por haberse involucrado en demasía, en un asunto del gobernador Morales, quien considera que su gobernabilidad está en riesgo si su adversaria sigue el proceso judicial en libertad.

El presidente estuvo viendo este tema con un prisma sesgado, quizás mal asesorado, creyendo que respondía a la lógica a la grieta kirchneristas/anti k.

Si todo se limitara al lobby de Zaffaroni en la OEA, sería más fácil de resolver. Desde la otra vereda del ex ministro de la Corte, el prestigioso Constitucionalista Roberto Gargarella destacó que la detención fue “arbitraria” y que la prisión preventiva “fue dispensada con ligereza, por razones imprecisas y cambiantes”.

Macri, por recomendación de su canciller, comenzó a tomar distancia. Recibirá a comienzos del 2017 a una Comisión de la OEA para ponerse a disposición. En tanto, el gobernador Morales asumió una estrategia compleja. Convocó a una movilización por la “garantía de la paz”.

 

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