Moyano llevó las achuras

“Cuando te digo que en la AFA no hay un peso, es verdad. No es joda”. Un dirigente del ascenso estuvo la semana pasada en las oficinas de la calle Viamonte y reconoció que la situación del edificio es “deplorable”.

“Parece un edificio abandonado”, sentenció. Ya no circula tanta gente como antes, y los mozos de la cuadra, que antes llevaban café y medialunas, casi no ingresan. “A Martino le quedaron debiendo seis meses de sueldo, y en el predio de la AFA no hay quien corte el pasto”, agregó.

Y para muestra, un claro ejemplo. En uno de los últimos encuentros entre los dirigentes se hizo un asado descomunal donde no faltaron vinos y postres. Y fue Hugo Moyano el que puso un billete detrás de otro para que todos comieran en paz.