Se viene otro país, tras la paliza de Alberto a Macri y la derrota de Vidal

Una amplio triunfo tan impensado como envolvente pensando en lo que falta para octubre. El voto anti Macri castigó a distritos donde los oficialismos eran fuertes.

Mañana es hoy y ya es otro país. Ni mejor ni peor, complicado como siempre. Los que ganaron tendrán que ser sinceros en sus objetivos futuros, y los que perdieron humildes sobre lo que no quisieron o pudieron ver: la pobreza y la exclusión social.

Sociedad espasmódica, y Grieta no resuelta. ¿Cómo se adaptarán los Mercados a una apuesta que les salió mal? Hasta el viernes pensaban que Macri ganaba por poco y terminó vulnerado por una corriente que le puso un freno a sus políticas.

Casi 15 puntos de diferencia parecen imposibles de remontar. Macri admitió la derrota sin felicitar a sus adversarios y al contrario trató de imponer una agenda: “Quiero saber que piensan hacer con Vaca Muerta…”.

Massa habló como una suerte de resucitado de la ex tercera vía. El ensamble funcionó como piña enfrente de una Vidal, víctima de la falta de reflejos políticos del Macri, quien le negó un puente de supervivencia por el camino del desdoblamiento electoral.

Hasta Larreta quedó en ascuas dado que su victoria no evita un seguro balotaje. Lammens, un candidato casi desconocido, logró superar un piso de 30% nada despreciable para un peronismo siempre complicado en la ciudad.

Hay quienes ya piensan que el presidente deberá digerir la derrota pronto para construir consensos que le permitan llegar, en tiempo y forma, a generar una transición ordenada en el traspaso del poder. ¿Cambios en el gabinete o crisis de gobernabilidad?

Antes de los resultados, Macri pensaba en conseguir un apoyo fuerte para pensar la Argentina de los próximos 30 años. Eso ya no es posible en su plan. Tampoco seria prudente que los que se encaminan a volver crean que son una preferencia desde la racionalidad y el convencimiento.

El futuro no es de ellos ni de los otros. El futuro será cristalizado cuando la Grieta se supere. Alberto lo enunció, falta concretarlo.