Para Macri, siempre la opción es ver la realidad por el prisma Boca

Hasta en los momentos más complicados de la economía, designa colaboradores por su afinidad xeneize. El próximo titular del Central es un fanático por la camiseta.

Cuando los analistas destacan la pasión de Macri por el Mundo Boca que lo catapultó a la fama pública, quizás no se pondera en la real dimensión de lo que este planeta futbolero sigue rigiendo el pensamiento y las decisiones del primer mandatario.

La era con Bianchi y las múltiples Copas lo marcaron a fuego, sobre todo para entender la conducción de un proyecto masivo por fuera del sector privado.

Con solo repasar sus principales colaboradores, salvo Frigerio que es de River, pertenecen de una u otra manera a la vida del club más convocante de la Argentina.

Empezando por Marcos Peña, cascoteado pero siempre presente en el espíritu de su gobierno, uno de los mayores fans de Boquita. Su palco siempre está listo para recibirlo y hasta se hace lugar, en su agitada agenda, para charlar con periodistas de programas militantes de Boca. Delega la intervención en la vida societaria y política del club en uno de sus hombres de confianza, Francisco Quintana.

El ahora coordinador de los Ministros, el ministro de Modernización Andrés Ibarra, quien se especuló que podría suceder al Tano Angelici en el ejercicio de la presidencia del club, es trascendente en ese armado.

Ahora, en plena tormenta económica, el presidente lo necesita bien cerca, por eso el nombre con mayores posibilidades de ir a Boca, impulsado por Angelici, se trata de Christian Gribaudo, actual presidente de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires.

No hay nada que irrite más a los hombres de Macri y Boca que se hable negativamente de la intervención del presidente en la vida del club. Ivan Pavlovsky, sombra del primer mandatario, chequea esas noticias con tanto énfasis como las de tenor político.

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Los nombres se repiten a escalas sorprendentes. El último es quien va a presidir el Central en reemplazo de Toto Caputo, Guido Sandleris, quien además de su preparación intelectual y estudios de la Torcuato Di Tella, es un apasionado Bostero, y hasta se probó en el club para ser profesional del fútbol. Fue esto lo que lo acercó en forma personal sin intermediarios con el presidente, mas allá de secundar a Dujovne.

Sandleris tiene otras huellas de empatía para los fines de semana deportivos en Olivos: escribió cuentos de fútbol para chicos y es Maradoniano, hasta llegó a pedir en redes que se imprimiera un billete en homenaje al campeón del Mundo del 86.

Muy poca gente sabe realmente cómo Macri se convenció de hacer una carrera en Boca que después lo llevó al interés pleno para la política. Las interpretaciones de tipo psicológicas que lo hizo para independizarse plenamente de la órbita de su padre, Franco, son ciertas pero no no es toda la historia.

Fue su primo, Jorge Macri, muchas veces subestimado en el armado, quien le comenzó hablar de una carrera política primero en Boca para hacerse popular y después pasar a la liga de la política nacional, y fue también el intendente de Vicente López quien le presentó al Tano Angelici. Todos ello le enseñaron los primeros pasos al Ingeniero en el campo de lo público.

También, recuerda hoy con nostalgia sus charlas con Antonio Alegre, quien le prometía dejarlo ser el relevo. Nunca le creyó del todo y esa fue su primera materia aprendida en política. Después fue como armar una lista y cuando el dedo es decisivo sobre la interna , como así también la importancia de rodearse de fieles.

Boca queda claro no es la Nación ya queda demostrado por los resultados a la vista , pero para entender sus comportamientos como mandatario del país habrá que revisar la precuela de esa pasión. Muy pronto, un libro de investigación sobre aquellos años, que tiene en puerta el ex vocero de Alfonsín, Federico Polak, traerá luz en el análisis.