“Pegame y llamame Macri”

Sería la traducción de la insólita campaña que apunta el gobierno, a días de las PASO. Apelación al voto clemencia.

Trascendió y nadie lo desmintió. El mensaje pulula por las redes sociales con todo el ejército de Trolls y afines. “Puteame pero votame“, dice el slogan ideado por Marcos Peña y Jaime Durán Barba. Es la catarsis del voto de Cambiemos, desilusionado por el rumbo económico , pero que si se le da una descarga puede ser más fuerte su odio a Cristina.

La suerte de voto clemencia podría complementarse con un cuarto oscuro especial donde el votante Pro saque su furia rompiendo todo. Algo así como esas salas “anti stress” que se había puesto de moda. Un bate de béisbol y una visera amarilla se podría visualizar el domingo 11.

Enterado de esto, Alberto Fernández lo calificó de disparate y dijo que demuestra el descrédito de Macri en la opinión pública. Sin embargo, en Instituto Patria no descartan que la inusual movida tenga cierto índice de efectividad.

¿Será entonces programada la disidencia interna que hubo entre Alberto y Kicillof, quien dijo que no piensan igual en todo, y sobre todo en materia económica.?

Alberto también reconoció que una parte importante de la clase media sigue muy enojada con la ex presidenta. Su línea discursiva discurre como la de Massa en “volver para ser mejores”, es decir aprender de los errores cometidos.

La campaña entró en un cono de resignación y menudeo, donde el que arriesga pierde. El “puteame pero votame” tuvo una fuerte controversia en las redes…