Primer paso en falso de Béliz: le bajaron el embajador del Vaticano

El nombramiento de Bellando fue rechazado por la Santa Sede. A días del viaje de Alberto, su funcionario “estrella” debió dar explicaciones.

Luis Bellando era casi embajador en Roma, hasta que Monseñor Ojea fue el interlocutor del Papa que trasmitió al Gobierno que la Santa Sede no lo quiere. Fin de su pliego y traspié a 15 días de la visita del presidente para ver a Francisco.

Rápidamente se está tratando de complacer al Papa para el primer encuentro en el que se juega mucho el perfil de la relación entre la Iglesia y el nuevo gobierno.

Quien quedó mal parado ante el rechazo del candidato a embajador del Vaticano, es el Secretario de Política Estratégica , Gustavo Beliz, quien se jugó la carta de Bellando sin monitorear debidamente la opinión del clero.

El funcionario, amigo personal del Gordo Valdés, minimizó dos cuestiones del diplomático de carrera. Una que es divorciado y otra que participó en Río de Janeiro de una comparsa, cuyas fotos exhibidas en Roma causaron mala impresión.

El funcionario, amigo personal del Gordo Valdés, minimizó dos cuestiones del diplomático de carrera. Una que es divorciado y otra que participó en Río de Janeiro de una comparsa, cuyas fotos exhibidas en Roma causaron mala impresión.

El carácter de divorciado ya le había jugado una mala pasada al actual embajador de Uruguay, que en la etapa primera del kichnerismo había sido propuesto por Alberto, entonces Jefe de Gabinete de Néstor.

Jorge Taiana advirtió que podía haber problemas de impugnación con Bellando, pero Béliz no escuchó. Las palabra fueron: “divorciado y algo más…”

Al infructuoso embajador lo protegían Béliz y su cuñado, Francisco Meritello.

Ya comenzó la búsqueda de otro candidato. El modelo sigue siendo bajo perfil y de conducta profesional. Francisco no quiere tener exégetas que lo interpreten y transmitan mal sus mensajes en la Argentina.