¿Qué es de la vida de Manuel Mosca?

Era el hombre de confianza de Vidal. Debió correrse de la escena por denuncias de acoso. Sin embargo sigue cerca.

Manuel Mosca es desconocido para la gran mayoría del público. Su paso por la presidencia de la Cámara legislativa bonaerense habría pasado inadvertida sino fuera por las denuncias de acoso a empleadas que derivaron en una licencia forzada para nunca más volver a la exposición pública.

Recibido de periodista en el Círculo de Periodistas Deportivos, un alumno que no se destacaba por sus virtudes, nunca ejerció la profesión.

Oriundo de Bolivar, Mosca llegó a pertenecer al círculo íntimo de la ex gobernadora María Eugenia Vidal, a tal punto que su veneración le hizo merecer el mote de “che pibe”. En su despacho ponderaban más  el retrato de Mariu que el de su propia esposa, la ex senadora Gladys González.

Se decía de él que era un protegido de la dirigente más valorada de Juntos por el Cambio y que soltarle la mano le costó mucho ya que descreyó del tenor de las denuncias. ¿Realmente le soltó la mano?

Actualmente, Mosca se ha reciclado en una consultora. Trabaja secundando al consultor Daniel Ivoskus. El asesor y político, de chapa regional, lo cobijó en su unidad de negocios.

Mosca sigue tratando de mantener el bajo perfil y no perdió el contacto político con Vidal, quien le dio mucha confianza para su corta carrera política.

Las mujeres supuestamente acosadas llegaron a formalizar las denuncias en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD), de la Corte Suprema, y una de ellas fue apoyada por Laura Alonso para ir para adelante, pero las investigaciones no habrían avanzado.

Mosca, en su defensa, contrapuso otra denuncia acusando a las denunciantes de formar parte de una maniobra extorsiva.