¿Quién es el financista de Lázaro Báez?: fanático de Boca y de los habanos

Sin títuloDaniel Pérez Gadín era asiduo visitante a la cancha de Boca. Entre sus invitados preferidos estaban los dos hijos varones de Lázaro Báez, Martín y Leandro, con quienes entabló una relación de confianza. “Se los metió en el bolso, los llevaba a los partidos. Los usaba para llegar al padre ”, confirmó un allegado. Con el hijo mayor, Martín, dueño de la sociedad Teegan, que depositó US$ 1.500.000 en Suiza, hicieron dos viajes a España, donde el contador maneja las firmas Tusaleta Servicios y Gestiones SL, Mirabilia International SL y Felsan Global Investments SL. El primer viaje fue en noviembre de 2011, después de que el Grupo Báez tomara control de la financiera SGI. El segundo fue el 26 de mayo del año pasado en el vuelo de Aerolíneas. El escándalo cambió la rutina diaria de Pérez Gadín, un fumador compulsivo de habanos. Hasta tuvo que pedir licencia en la Facultad de Ciencias Económicas, donde estaba a cargo de la cátedra “Sistemas Administrativos”, confirmaron a Clarín fuentes de la UBA. “Siempre hablaba de sus alumnos”, recordó un allegado para darle dimensión a la noticia. Hace un mes que no se lo ve en el Madero Center, donde tiene una oficina con vista a la pileta. También perdió contacto con la familia Báez. Su ingreso al emporio fue a través de Valle Mitre SA, la firma que administra desde noviembre de 2008 el hotel Alto Calafate, propiedad de la familia Kirchner. Fue contratado por Adrián Berni, actual CEO de esa firma. Pero tardó en lograr la confianza de Báez. El “golpe de suerte” ocurrió a mediados de 2009, en Aeroparque, con un viaje del entonces embajador de Corea Byung Kwon Kim. “Gadín lo llamó a Báez y el empresario le mandó su avión. Viajaron todos al Calafate”, relató a Clarín un empresario que conoce los detalles de esa trama. Tras el negocio con los coreanos, el misterioso contador comenzó una campaña de “limpieza” y colocación de personas de su confianza en lugares clave del conglomerado de empresas. Una de sus primeras víctimas fue Diego Rojas Mónaco, ex presidente de EPSUR y ex profesor de Reiki de la mujer de Báez. En su lugar nombró a Norberto Lembo, que ya estaba en la empresa. También echó a Horacio Quiroga tras una auditoría que arrojó un supuesto faltante de $3 millones. Uno de los que llegó de la mano de Pérez Gadín es Claudio Bustos, contador de Austral. Quienes lo conocen, destacan su facilidad para los negocios, pero también hablan de su “inestabilidad emocional”. Otros lo definen como “altanero” y “misterioso”. En su entorno hay dos hombres clave: Oscar Guthux, presidente de Traline, la sociedad con la cual compraron un campo en José Ignacio; y Jorge Oscar Chueco, quien aparece como administrador conjunto de las firmas en España. En los últimos tiempos también se alió a Julio Mendoza, presidente de Austral. Ese empresario tuvo que visitar el médico tras el impacto del primer programa de Jorge Lanata.