Rafecas no interrumpe sus vacaciones por la causa Nisman

Pasaron 22 días para que la denuncia del fiscal Alberto Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner y otras personas por encubrir a los iraníes acusados del atentado a la AMIA tuviera un juez definitivo. Semejante demora se explica por la feria judicial y por el peso específico del expediente. En el medio intervinieron otros tres magistrados:

Ariel Lijo, María Servini de Cubría (quien no abrió la feria) y Sebastián Ramos. Finalmente, ayer la Cámara Federal decidió que “la causa Nisman”, será investigada por Daniel Rafecas, el mismo que fue desplazado de la causa Ciccone y que también investiga al general César Milani por enriquecimiento ilícito. El otro protagonista de la causa será Gerardo Pollicita, un fiscal de bajo perfil que tiene más de treinta años de experiencia en Tribunales.

La denuncia había sido presentada por Nisman el 14 de enero en el juzgado de Lijo, que ya tenía una causa por las irregularidades en la investigación de la AMIA. Su reemplazante, Servini de Cubría, rechazó abrir la feria dos días después. La muerte de Nisman cambió el escenario. Apenas se enteró de la muerte, en la madrugada del lunes 19, Lijo se puso en funciones y ordenó varias medidas para preservar los 961 CDs con las escuchas y el resto de la prueba. Terminada

la feria, el lunes a primera hora, el juez se declaró incompetente y la mandó a sorteo. El “bolillero” le tocó a Rafecas, justo cuando arrancaba sus vacaciones. Pasaron 48 horas de incertidumbre, plagado de rumores. Ayer, el juez Ramos (reemplazante de Rafecas) repitió la fórmula y se declaró incompetente. Argumentó que la denuncia de Nisman debía agregarse a la causa que ya tenía Lijo para no retrasar la investigación y duplicar las pruebas. Lo dijo así: “Si otro magistrado debiera conocer acabadamente la causa antecedente, se iría en detrimento de la búsqueda de la verdad en este expediente en un tiempo razonable”.

Antes que la disputa entre jueces siga escalando, el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, resolvió ayer mismo que la causa quede en manos del juez Rafecas.

En las próximas horas, Ramos le girará la denuncia al fiscal Pollicita, que ya comenzó a estudiar el expediente. Fuentes judiciales dijeron que el fiscal trabajará toda la semana, incluso sábado y domingo, para elaborar su requerimiento, el primer paso para poner en marcha la investigación. Además de definir si imputa a la Presidenta, al canciller Timerman y al resto de los acusados, el fiscal pedirá varias medidas de prueba.

Pollicita ya intervino en causas resonantes, como la denuncia que hizo en 2008 la diputada Elisa Carrió contra Néstor Kirchner y Lázaro Baez, entre otros. Las presiones podrían repetirse en las próximas horas.

La causa ya tiene una carga extra por la muerte de Nisman. “Para la gente yo soy Alberto (Nisman)”, razonó ayer uno de los investigadores.

En principio, según fuentes judiciales, Rafecas no anticipará el regreso de sus vacaciones, previsto para el 20 de febrero. Mientras tanto, en los próximos días, el juez subrogante le correrá vista al fiscal y pedirá la documentación que respalda la denuncia.