Reapareció Oyarbide: se sintió traicionado por Baby Etchecopar

El ex juez criticó a Macri y recordó la causa de las escuchas ilegales que terminó con un sobreseimiento. Su perro ladró y atendió el portero eléctirco en medio de la nota.

Oyarbide por partida doble en dos progreamas del Grupo Indalo. Primero participó en el pase de Sylvestre con Duggan, por radio 10. El ex juez federal se victimizó y le paso facturas a ex colegas de la familia judicial. La indagatoria de Stornelli en la que se sintió maltratado.

La frase para la mesita d eluz fue “puedo ser trolo y petiso pero no traidor”. Le dedicó también un parrafo a su ex amigo Baby Etchecopar a quien le cuestionó haberse sumado al coro de las críticas en su contra, cuando le abrió su casa a él y su pareja en diversas comidas.

La particular nota en radio 10 culminó con una recomendación de el Gato all ex juez para que tome ruda macho y un Oyarbide que se quejó de tener que hacer las tareas domésticas por que su empleada está cumpliendo la cuarentena.

La segunda nota se enganchó en C5N. Oyarbide recordó aquel día que tuvo que aclarar en la Justicia si había sufrido presiones para archivar en tiempo récord el expediente por enriquecimiento ilícito de los Kirchner cuando debió interrumpir la entrevista abruptamente.

“Me están tocando el timbre, ¿me dejan responder y vuelvo?“, pidió en medio de los ladridos de su perrito. Los conductores del programa, entre los ladrillos del perro, esperaron el regreso del entrevistado y continuaron con las preguntas.

A la vuelta, cambiaron de tema y rememoraron la investigación contra el por entonces jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por espionaje ilegal a familiar suyos y de víctimas de la voladura de la AMIA. “Esas escuchas fueron el precalentamiento deportivo de lo que ahora se repite. Esto es la segunda parte ya en su rol de Presidente de la República”, acusó Oyarbide.

“Antes de entrar a mi despacho, dijo: ‘Vengo a declarar ante el juez más corrupto que tiene el kirchnerismo’. Estuvo once horas declarando”, habría dicho Macri en tono vengativo. Lo que omitió es que la investigación estuvo plagada de irregularidades y terminó con un sobreseimiento del juez Sebastián Casanello.

La historia entre Oyarbide y Macri terminó en abril de 2016, cuando el juez renunció para acceder a su jubilación de privilegio y el Presidente se la aceptó en vez de promover el juicio político del juez, al que consideraba al “más corrupto del kirchnerismo”.

Ahora, Oyarbide se tomó revancha sobre Macri en tiempos en que otro juez federal investiga a la AFI de su gestión por espionaje ilegal, nuevamente a familiares suyos, y también a opositores como por ejemplo la expresidenta Cristina Kirchner.