Recrudece el conflicto en Télam por el caso de los Metrodelegados

El sindicato llamó a tener “responsabilidad” a la hora de cubrir los paros. En tanto, La Cámpora se apoderó del la sección audiovisual.

Algo anda mal en el periodismo. Más notorio se le hace a los profesionales que les toca trabajar, en tiempos de Grieta, en los medios públicos, Dos hechos, de suma gravedad, acontecieron en ese campo, a propósito del recrudecimiento de la protesta social anti FMI.

Días atrás, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) llamó a los trabajadores de los medios públicos a “extremar la conciencia y responsabilidad en la cobertura del conflicto que atraviesan los trabajadores del Subte”,

La movida fue leída como una presión para alinearse atrás de los metrodelegados, haciendo gala de una periodismo “militante”.

El analista Sergio Berensztein criticó este comunicado sindicando que sería la primera vez que desde un sindicato se apela a un “voto de censura”, cuestiones que son siempre afines a gobiernos o empresas periodísticas.

Un periodista debe tener la libertad de expresarse de acuerdo a su criterio y no lo que le dicten desde una organización”, argumentó en su editorial del programa que conduce en Milenium.

Por orta parte, en la agencia Télam se potenció el conflicto gremial a través del quite de colaboración en la sección Audiovisual, que venían motorizando las nueva autoridades, como una innovación, para evitar que la agencia cierre.

Los periodistas a cargo de Audiovisuales, Pablo Plá y Magdalena Cash, decidieron suspender a dos integrantes del área que se habrían negado a cumplir tareas.

El sector está dominado por simpatizantes de La Cámpora, que discuten las directivas de cada una de las notas a cubrir, como muchas veces también sucede en el noticiero de canal 7.

Los mandos de Télam sacaron un comunicado tras haber recibido un escarche: “Lamentablemente para quienes llevan adelante estas acciones parece caer en saco roto todo lo positivo. La capacitación brindada al personal, la garantía de pluralismo y la profesionalización en la forma de trabajo y la elaboración de los materiales para los abonados. Cambios que quedaron demostrados al triplicar los abonados del servicio respecto a los que teníamos en abril 2017. El edificio de la Av Belgrano arde, los gremialistas quieren definir quienes tiene que ser sus mandos periodísticos y consideran que las suspensiones fuero por “defender el convenio colectivo“.

Hernán Lombardi se dejó copar la parada por el periodismo “militante”. Un tema que si no se resuelve alguna día agitará nuevamente el fantasma de cierre de la agencia, poniendo seriamente en peligro el trabajo de Todos y Todas.