Carlos Ruckauf: ” Berni es la carta de Cristina”

El ex vicepresidente de Carlos Menem apuesta a que Lavagna pueda frenar la expropiación de Vicentín.

Carlos Ruckauf es parte de la historia reciente del peronismo y tambiénun actor que estuvo en las primeras filas de la administración del país, en los últimos 50 años.

De muy joven, juró frente a Isabel Perón como Ministro de Trabajo, respaldado por las 62 organizaciones de Lorenzo Miguel. Su última imagen fuerte como funcionario fue la de ministro de Relaciones Exteriores, de Eduardo Duhalde (2002-03).

En el medio acompañó como vicepresidente a Carlos Menem en su segundo mandato del 95 al 99. Haciendo un balance de la figura del riojano piensa que “fue uno de los pocos presidentes que tuvo un proyecto de país, junto a Frondizi”.

En el Reportaje Zoom con Expediente Político, Ruckauf muestra sus conexiones con el complejo mapa mundial, observaciones críticas al gobierno de Alberto Fernández, su deseo de un peronismo “republicano” y la distancia con las formas que tiene Sergio Berni, en sus manejos públicos.

Saliendo de la línea diplomática, apunta todos los cañones a la controversial figura de Jair Bolsonaro. “No está en sus cabales. Es muy peligroso. Un militar frustrado que busca el autogolpe”, dice. Sin embargo, advierte que la Cancillería debería separar a la persona del Estado, ya que Brasil sigue siendo un líder en la región, con el cual hay que tener una estrategia clara.

Ruckauf llama al trio compuesto por Alberto, Larreta, Kicillof, “los Mosqueteros de la pandemia”. Valora el acuerdo político. Falta el paso siguiente, el económico.

“Se ha logrado un acuerdo político entre todos los que gobiernan, ahora hay que encontrar los acuerdos económicos”, apunta el ex funcionario que se muestra muy preocupado por el avance sobre la propiedad privada en el caso Vicentín, con el proyecto expropiador del gobierno nacional. Tuvo conversaciones con Roberto Lavagna para estudiar una salida alternativa, con la participación de la actividad privada.

Ruckauf no duda en calificar que el momento más difícil de su carrera política fue la determinación de haber emitido una cuasi moneda, en el ejercicio de la gobernación de la provincia de Buenos Aires: los recordados Patacones.

Llevado ese momento, el de la agonía de la convertibilidad, al actual de la estanflación, cree que la complejidad de la crisis mundial hace necesario que “no haya que descartar ningún instrumento posible”.

Sobre el actual comando del gobierno, analiza que lo de Alberto con Cristina es una sociedad política y cree que van a poder mantener los equilibrios del poder, hasta la culminación del mandato.

Cuando fue gobernador de la provincia de Buenos Aires trató de imponer la imagen de un político de mano dura, llegando a ubicar al mando de la policía bonaerense al ex carapintada, Aldo Rico. “Cuando no se subordinó a mis órdenes se tuvo que ir”, explica sobre el ñato, trazando una diferencia con el Super Berni: “Él se subordina a su jefa política (Cristina) pero no a hace lo mismo con su gobernador”.

La maniobra mediática de liderar un procedimiento policial fuertemente armado, le parece un “show off” para posicionarse en la escena política. No duda: “Berni es la carta de Cristina”.

Ruckauf critica que no exista una coordinación en las políticas de seguridad entre Nación y Provincia, así como si hicieron en el AMBA con lo sanitario.

Como telón de fondo, sigue creyendo que un peronismo republicano es posible. Las multicaras que tiene el peronismo como fuerza hegemónica, a consideración de Ruckauf, deben dar lugar a una la otredad política. Nada menos que reconocer que el pensamiento del otro existe.