Ruptura y gobierno expectante

Tal como lo informamos, la CGT se encamina hacia una nueva ruptura, que promete ser más ruidosa que la de los 90´. Tanto los Moyanistas como los Gordos sostienen que ostentan más del 50  de los congresales. A esta altura es evidente que alguien miente y también que las posiciones son irreductibles. Los Gordos no se quieren “fumar” cuatro años más del camionero. A la vez , Moyano está debilitado para forzar la situación, ya que se le dieron vuelta algunos aliados de importancia. Cristina no da señales, mas allá de su disgusto por algunas expresiones del metalúrgico Caló, quien cerró la paritaria del sector por encima del número que pretendía  la Rosada. ¿Apuestan a la ruptura?. Es posible que prime el precepto “divide y reinarás”. Sería muy fuerte pensar en un gobierno peronista sin un apoyo vertebrado de los principales gremios y solo conformarse con la CTA de Hugo Yasky. Está claro que a la Presidenta no le inquietó que en su acto de Velez último no se haya movilizado el llamado movimiento obrero. Cristina es hoy La Cámpora más la marca Néstor.