Intervencionismo a la prensa, un fantasma que sobrevuela

sabaLa semana pasó con un  antecedente peligroso: el gobierno intentó intervenir los contenidos del Grupo Clarín, por mas que luego se desmintió, catalogando todo como una versión basada en una “pavada”. La entrevista que le hizo Ernesto Tenembaum, en la Rock &Pop al titular del Afsca, Martín Sabbatella , dejó al descubierto las verdaderas intenciones de un poder K que navega en el desconcierto ante las denuncias de corrupción. La presidenta nunca se refirió al tema públicamente, pero si mandó a su tropa a desinflar la movida, ante el decreto de Macri, que generó un efecto contención a la avanzada oficial. Ya no se trataba de una mera discusión tecnica sobre los alcances de la Ley de Medios, y sus dos artículos principales, aún en litigio judicial, sino de abrir la puerta acambiar contenidos, que la presidenta considera ofensivos,como el Programa Periodismo Para Todos. La primer mandataria, por mas que por Twitter se haga fan de series norteamericanas, sigue con crispación las denuncias de valijas y lavado de dinero, y manda a medir encuestas sobre la credulidad de la gente sobre estos informes. Los resultados, para la imagen del gobierno, son lapidarios. A tal punto llega la preocupación que instruyeron a la Afa para que corra los partidos de Boca y River cerca de las 21:30 y asi dar pelea en la primer hora de raiting de Lanata. “En política lo importante son los hechos”, dijo consultado en off un miembro del oficialismo, desmitiendo intenciones intervencionistas al periodismo crítico. Sin embargo, debería preocupar  también las intenciones de sesgo autoritario, ya que estas permanecen agazapadas, esperando la oportunidad.