Sanz con gorra y penas

Ernesto Sanz quiso pasar inadvertido en la pre primavera porteña. Tras la crisis y el manoseo de potenciales ministeriables, en el que su nombre fue noticia, el radical hizo un poco de actividad física por palermo.

Su presencia en capital se extendió ya que acordó una lista unidad con Angelici en las vacantes de abogados para el Consejo de la Magistratura.

Con gorra y visera, igual algunos corredores, y no del dólar, lo distinguieron en plena Avenida Libertador. Mucho stress tras la nueva cerrazón del gobierno y la encerrona planteada por Carrió. Mendoza lo acogerá en su auto exilio.