¿Se acerca Schiaretti a Alberto?

Hay contactos. El gobernador quiere seguir manteniendo cierta independencia de la polarización. Se le hace cada vez más difícil. Los detalles.

Si bien Córdoba fue la excepción para el dañado color amarillo, Juan Carlos Schiaretti sabe que pronto tendrá que volver a la casita de los viejos. El tiempo y la forma es lo que se discute. Alberto charló telefónicamente con el Gringo. A esa conversación le dio tanta importancia como a la más institucional con el presidente Macri.

Hasta aquí vino manteniendo cierta neutralidad, siempre más inclinada hacia el anti kirchnerismo. Su amistad y buen trato coparticipativo con el presidente hicieron que Córdoba siguiera siendo un territorio amable para el gobierno que, pese al ajuste, sigue conteniendo el voto duro afín.

En la mini charla, Alberto le pidió que la neutralidad ahora se transforme en un modelo económico, que sin pornele nombres y apellidos, lo vaya distanciando gradualmente de la Rosada. Inútiles fueron, por el momento, las gestiones del senador Carlos A Caserio, una espada política del candidato del Frente de Todos, en el sentido que Schiaretti ceda y baje sus candidatos de boleta corta.

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Caserio es un hombre de choque y negociación que conoce el paño de quienes gobiernan la provincia. Siempre fue un enlace importante entre empresarios de la obra pública y gobierno.

La cuenta de repartija de legisladores de la provincia a nivel nacional, según el resultado de las PASO, quedó 5 para Cambiemos, y 2 para Schiaretti y Alberto respectivamente.

En el 2015, Macri con su alianza cordobesa obtuvo el 52 %. Casi 4 años después mantiene guarismos altos, casi 1 millón de votos a favor.