Se vino la noche y llegó otra cadena

La presidenta tuvo su cadena más meditada y nocturna de su etapa presidencial. La grabó minutos antes de las 21, hora que comenzó a emitirse. Desde que se conoció la mala noticia, al mediodía, sobre que la Corte de Estados Unidos no tomaría la apelación argentina por el caso de los Fondos Buitre, la primer mandataria cruzó reuniones con su equipo económico para delinear como comunicaría la estrategia con el pago a los Holdouts, que podría derivar en futuros reclamos por un volumen total de 15 mil millones de dólares. Esto es más de la mitad de las reservas actuales del Banco Central. La nueva Cadena nacional no tuvo la tradicional geografía de los Pibes de La Cámpora coreando consignas neo setentistas ni el aplauso fácil de funcionarios de la Rosada. Se trató de evitar cualquier tipo de paralelismo con el anuncio de default de la deuda que anunció Adolfo Rodriguez Saá, de diciembre de 2001. Cristina se jactó de no haber sido sorprendida por el fallo de la Corte norteamericana, al que calificó de extorsivo. Si bien no fue taxativa, insinuó que la deuda con los Buitres no se pagaría. Fuentes del parlamento interpretan que la presidenta abrirá la discusión con miembros de la oposición. Estos tuvieron poca cintura al intuir el resultado de la medida judicial, ya que se sumaron a una comitiva tardía, y en casos, como el diputado del Pro Federico Stuzenegger, volvieron convencidos que la Argentina saldría victoriosa. Por su parte, a Martín Lousteau ya le facturan su error de cálculo sus colegas de Unen que se opusieron a su viaje con el oficialismo.