Sentida y defensiva nota de opinión de Timerman

Héctor Timerman escribió una nota en Página 12 cargada de emoción, dedicada a su esposa, a sus hijas, a su nieta, a sus hermanos y a la memoria de sus padres. Fue como una despedida ante el difícil trance personal.

También a sus amigo y por los asesinados en el atentado a la AMIA y todos los argentinos. En la misma explica su delicado estado de salud y la posibilidad de no poder finalizar la investigación por traición a la patria.

“Por mi salud solicité que se fije una audiencia en forma inmediata, a fin de aclarar los hechos de los que me acusan, en una presentación espontánea. Pero el juez Bonadío no respondió a mi pedido. Escribo la solicitada para que toda la sociedad conozca la verdad”, comienza su relato.

“El llamado Memorándum con Irán, aprobado por ambas cámaras en el Congreso, y por el que se me acusa de haber querido encubrir a los culpables del atentado, tenía un solo objetivo: terminar con la parálisis de casi dos décadas en la causa, encontrar y juzgar a los responsables del más cruel atentado del que hayamos sido víctimas desde el retorno de la democracia”, indica Timerman.

“Pensé que esta misión era la más importante de mi vida y que una vez finalizada podía retirarme satisfecho de haber cumplido mis ideales como persona y mi deber como canciller. Sentí la profunda emoción de encontrar el camino para juzgar a los autores del atentado a la AMIA.

Es normal que haya desacuerdos en cualquier tema de política internacional, pero nunca me imaginé la reacción que se desataría en este caso. Y, particularmente, el rechazo de la comunidad judía a la que pertenezco, que me sorprendió y causó un profundo dolor”, indicó el ex Ministro de Relaciones.

En la nota, Timerman aclaró que “no solicitamos el levantamiento de las alertas rojas” y que “no negociamos el reclamo de justicia a cambio de acuerdo. Ni el comercio de granos ni de petróleo ni de nada”. “Nunca se negoció abandonar la causa”, reiteró. Y destacó que “el fiscal Alberto Nisman respaldó el Memorándum con Irán”.

“Nosotros no cedimos nada, quizás por eso nunca logró la aprobación final en Irán. ¿De qué encubrimiento y traición se me acusa? Hoy, quienes nos hostigan con una causa sin fundamentos ni pruebas son, paradójicamente, los responsables y cómplices de estos dolorosos 23 años de silencio y verdadero encubrimiento al atentado a la AMIA. Deseo que un día finalmente haya Justicia.

Tal vez yo no esté para verla. Deseo que jueces probos y honestos puedan, después de tanto tiempo, dar respuestas a los familiares de las víctimas del atentado de la AMIA y a toda la sociedad”, concluyó.