Susana puso “aparato” para que la aplaudan

La producción de Susana Giménez hizo una típica y conocida “viveza criolla”. En lugar de contratar extras y pagarles, Telefé invitó a los seguidores de la conductora a presenciar, al teatro Maipo, la grabación de la apertura de su ciclo, que arrancará el próximo miércoles 30 de julio, y pusieron 600 entradas para que la gente retirara de los distintos estudios del canal de las pelotas. Se trató de toda una emboscada para el público. Con una lista de requisitos, que por supuesto incluían que no se podía usar celulares, ni máquinas de fotos, ni grabar, ni comer, ni beber, ni dejaban entrar a niños menores de seis años (porque para la tele molestan), la gente creyó que iba a ver un espectáculo, pero fue todo lo contrario. El coreógrafo Marcelo Iripino repetía una y otra vez lo agradecido que estaba a que estuvieran todos allí y la mayoría felices, sin saber el dinero que le estaban ahorrando a la emisora, estaban siendo usados. Les ensañaron una coreografía y la letra de una canción para que cantaran con Susana.

No los dejaban moverse, para ir al baño tenían que levantar la mano y el personal de seguridad los acompañaba (para que no quedaran lugares vacíos en las tomas). Además, les pedían silencio, aplausos, silencio claro que no de buena forma pero rápidamente ese productor era corregido con un chiste de Iripino, que dejaba lo sucedido en la nada. “Me sentí un monito”, dijo una de las espectadoras al retirarse indignada por la cantidad de veces que la hicieron repetir distintas cosas. Lo peor es que la grabación tenía horario de finalización: 17 hs. Mientras, tanto si ya habían ocupado una silla no se podían ir. Al final, Susana sorteó tres televisores y cuando la gente se retiró, cuatro horas luego de haber entrado en las que no comiendo ni tomaron nada, les regalaron un jugo de naranja y un alfajor Guaymallen.