Talleres dio paso adelante

Talleres de Córdoba dio un paso gigante en su lucha por erradicar la violencia en el fútbol. Es que sus dirigentes expulsaron a tres socios que eran barras y, además, les aplicaron el derecho de admisión. Fue así que el lunes por la noche, ante Juventud Antoniana de Salta, todas las miradas estuvieron puestas en la tribuna donde se instala la barra brava.

Hubo un operativo policial perfecto, que incrementó su personal: de los habituales 300 pasaron a 500 efectivos. Y los hinchas tuvieron que mostrar su DNI para ingresar al estadio. Los expulsados, Darío Cáceres, Rubén Sosa y Walter Aguilera, no fueron, y el espacio de los barras quedó acéfalo.

La decisión de los dirigentes surgió a raíz de la agresión hacia uno de los dirigentes, y de las amenazas de los barras en Facebook. De todos modos, los violentos dieron a entender que se tomaron un descanso, y que se están preparando judicialmente para volver a la cancha.