Tras el fallo de la Corte, los consejeros opositores estudian una respuesta

Asesorados por Gil Lavedra, entienden que el fallo está recortando facultades del órgano que propone y acusa a los jueces.

El fallo es tan comentado como la carta de Cristina. En uno de los ángulos controversiales, los cortesanos de mayoría ligera para enfrentar al presidente Carlos Rosenkrantz indicaron que debería ser el Congreso quien vote un nuevo marco legal para los concursos.

Varios consejeros encendieron alarmas: creen que el fallo podría recortarles facultades e intentan ensayar una respuesta. Para ello se cruzaron llamados con el constitucionalista radical Ricardo Gil Lavedra, que prometió trabajar sobre un paper.

El argumento es tratar de prolongar la permanencia de los jueces Bruglia y Bertuzzi planteando lo abstracto de convocar a un nuevo concurso cuando “se convoca a concurso de jueces cuando los cargos están vacantes”. El hilo argumentativo tiende a potenciar el principio de seguridad jurídica de la inmovilidad de los magistrados.

El documento de respuesta a la Corte intenta sumar la firma de la consejera y diputada Graciela Camaño, una figura que se transformó clave en el equilibrio entre las dos fuerzas de choque. No se descarta que se le pida una aclaración elegante a la Corte sobre los alcances de su fallo.

No se dedcarta que se le pida una aclaración elegante a la Corte sobre los alcances de su fallo.

Sin embargo, los consejeros k y senadores pretender acelerar el llamado al nuevo concurso y que se definan los nuevos jueces en un período récord de 6 meses, cuando la media de tardanzas del dispositivo burocrático de concursos demora más de 3 ańos.

El fallo de la Corte tuvo varios mensajes, el principal volvió a ser a la política, con la idea fuerza de reclamarles que resuelvan los temas y no se los sigan trasladando al máximo tribunal. Los cortesanos se ríen sobre la supuesta impronta k que tuvieron sus considerandos dado que recuerdan que la ex presidenta pretendía la expulsión directa de los magistrados.