Tratan de evitar que la interna peronista termine en escándalo

El sector que apoya a Randazzo hizo un acting con los avales. Cristina mandó a sus operadores a firmar una tregua. Temen que no haya unidad ni competencia.

Los medios quedaron desconcertados con un truco de magia del ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina. Alberto Fernández convocó a la prensa supuestamente con los avales en la mano que le permitirían hacer la interna frente a Cristina.

Nada de esto pasó, aunque algunos titulares lo exijan. Entre otras cosas, porque aún no está constituida la Junta Electoral partidaria que es el único órgano que puede regir la organización de las Paso, en este caso en el peronismo bonaerense.

Desde el ultra kirchnerismo dudan que Randazzo tenga todos los avales y dicen que pretende embarrar la cancha para “victimizarse”.

“Si fuera que tiene todas las vacunas en orden nada le garantiza que la lapicera de la Señora no le juegue una mala pasada administrativa”, agregan los provocadores. Habrá que ver hasta dónde quiere jugar las diferencias el ex ministro de Transporte.

“Tenemos más de 30.000 avales y seguiremos juntando”, precisaron en el randazzismo y ni siquiera confirmaron si irán al encuentro que prepara el ex intendente matancero.”No tenemos muy en claro de qué se trata“, dijo Fernández que hizo su presentación virtual.

Espinoza, como titular del peronismo bonaerense, lo convocó para charlas sobre la unidad que propone Cristina. El mensaje es traducido: “Bajate.., que te subimos con nosotros”.

Los teléfonos comenzaron a cruzarse. Los peronistas no suelen resolver sus internas de la forma moderada. A Cristina no le conviene ver a su ex ministro en televisión denunciando supuestas proscripciones.

La idea de los intendentes que acompañan a la ex mandataria es mostrarle encuestas fresquitas que lo convenzan de que estaría perdiendo la interna por paliza.

El apoderado del partido, Jorge Landau, trabaja para que no se rompa. No hacer las Paso no sería un inconveniente público, ya que ninguna fuerza política, salvo Lousteau que la reclama a Cambiemos de la Ciudad, tiene ganas de cumplir con la norma.

Claro está que para bailar la unidad hacen falta dos. En una semana, se sabrá con cual de las caras entrará a la competencia el peronismo de la provincia.