Triaca: una foto con sindicalistas dialoguistas y distancia con Moyanistas

El gobierno quiere aislar al moyanismo y la CTA, con el espaldarazo de las Paso. Los Gordos juegan al distraído.

El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, tendrá una foto confortable, previo a la marcha de los sectores duros del sindicalismo, que tendrán este 22 una extraña sociedad: Moyanistas y Kirchneristas.

En la cartera laboral almorzarán el Jefe de la cartera laboral y la línea dialoguista de las 62 Organizaciones. Una invitación ineludible para el sector ahora liderado por el nuevo Secretario General de UATRE, Ramón Ayala.

Lo cortés no quita la tensión interna, presente en los gremios chicos, que se preguntan como seguirá esta relación costosa con el Macrismo, sobre todo teniendo en cuenta la intención oficialista de impulsar una reforma laboral, en el 2018. A la vez, no dan respuestas satisfactorias con respecto las intervenciones a gremios y reglas de juego más parejas con los manejos de los Gordos.

Las fuentes oficiales de Gobierno niegan que se vaya a tratar una reforma al estilo del Menemismo de los 90. Hablan de hipergradualismo, sabiendo a priori que por mejor resultado que obtengan en octubre, estas reformas de fondo serán imposibles hacerlas pasar en un Congreso sin  mayorías claras.

En la protesta de la calle, acudirán Moyanistas, camioneros liderados por Pablo Moyano, que es garante de la seguridad del acto con sus forzudos camioneros. Impedirán nuevas infiltraciones de la izquierda no peronista que pusieron en un papelón a los popes sindicales, el pasado 7 de marzo.

Las dos CTA, la de Hugo Yasky y la de Pablo Micheli, darán un marco de transversabilidad y unión ficticia de las distintas coloraturas peronistas. Lo que las Paso no pudo unir estará prendido, por unas horas, en una protesta que levanta banderas sociales claras, como el desempleo y los salarios, pero que también responde a un “tufillo político”, como opinan en las huestes gubernamentales.

“Es la marcha de los derrotados”, se jactan en gobierno. El blindaje político que parece tener Macri , tras el primer round electoral, no debería nublar la proyección de la película. Los sectores que marchan contra el gobierno no serán los más votados pero tienen un poder de movilización importante y vigente.

Un acto corto y ordenado, prometen los organizadores, para espantar fantasmas de atriles quemados y popes sindicales corriendo para que no ser linchados. Roberto Fernández, de la UTA, le hizo un favor al gobierno, al no interrumpir el servicio de colectivos. La tensión seguirá siendo el día después

El único orador del acto, Juan Carlos Schmid, tiene una palabra embargada: el paro no encuentra eco inmediato.