Un camporista, hincha del Pincha y egresado del CNBA, al frente de la IGJ

El Gobierno oficializó ayer la designación del nuevo titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), el órgano que tiene la función de registrar y fiscalizar todas las sociedades, incluso las extranjeras, y las fundaciones. Se trata de Diego Martín Cormick, un abogado miembro de Justicia Legítima, la agrupación creada por el kirchnerismo para dividir aguas dentro del Poder Judicial, y de La Cámpora. Cormick trabajaba hasta ahora en la Oficina de Orientación al Habitante (OOH), dependiente de la Defensoría de la Ciudad de Buenos Aires, copada por el kirchnerismo. Y tiene un vínculo estrecho con Ernesto Kreplak, uno de los principales impulsores de la suspensión del fiscal José María Campagnoli e ideólogo del cepo informativo que se dispuso en la IGJ y en el Registro de la Propiedad cuando estalló el caso Ciccone. Desde 2012, Kreplak es titular de la Subsecretaría de Coordinación y Control Registral, que controla ambos organismos. Llegó a ese cargo de la mano de otro integrante de La Cámpora, el secretario de Justicia, Julián Alvarez.

El nombramiento de Cormick (37) fue confirmado ayer a través del decreto 1.756 que lleva las firmas de la presidente Cristina Kirchner, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak.

Hincha ferviente de Estudiantes de La Plata y ex alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), Cormick reemplaza a Rodolfo Tailhade, quien r enunció para impulsar su carrera política hacia la intendencia de Malvinas Argentinas, el Municipio que conduce Jesús Cariglino.

Tailhade había sido reemplazado hasta ahora por Analía Spatola, un abogada camporista que se desempeñaba como subinspectora General de Justicia.

La conducción de la IGJ pasó por varias manos en los últimos años. Taihade había sido nombrado en 2013 en lugar de Norberto Berner, quien actualmente conduce la secretaría de Comunicaciones. En manos del camporismo, el organismo fue blanco de numerosas denuncias. La más reciente tiene que ver con presuntas irregularidades en el legajo de The Old Fund, la empresa que se quedó con Ciccone Calcográfica y que dirigía Alejandro Vandenbroele, señalado como testaferro de Amado Boudou.

Por la “pérdida” de documentación de Ciccone dentro de la IGJ hay al menos tres causas en trámite.

El organismo fue cuestionado por el manejo de la documentación de la Fundación Madres de Plaza de Mayo tras el escándalo de los hermanos Schoklender. En ese momento, la IGJ estaba a cargo de Marcelo Mamberti, un funcionario allegado al senador Aníbal Fernández. También recibió cuestionamientos por acotar la información disponible sobre las sociedades del empresario Lázaro Báez.

Cormick es camporista, pero su tío, Hugo Tomás Cormick, es un referente del Frente Grande en la Ciudad de Buenos Aires. Ambos están ligados a la Universidad de Moreno. El tío fue secretario académico de esa institución, mientras que Martín es docente. Por otro lado, ambos resultaron electos en el Consejo Asesor de la carrera de licenciatura en Administración.

Además, tío y sobrino fueron firmantes de la solicitada original de Justicia Legítima, el colectivo de funcionarios judiciales que encabeza la procuradora Alejandra Gils Carbó, quien se alineó con el Gobierno.

Cormick, allegado al ex jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, quedó a cargo desde ayer del Registro Público de Comercio y los Registros de Asociaciones Civiles y Fundaciones de la Ciudad, controlados por la IGJ.