Un documento confirma las irregularidades en la Sedronar

Durante cuatro años, todo aquel que se lo proponía podía importar efedrina desde la India. El Registro de Precursores Químicos (RENPRE), supuesto garante de los controles, era un manojo de irregularidades, según confirma un informe oficial elaborado en 2009 y agregado a la causa de la jueza Servini de Cubría. El documento detalla las graves fallas en el proceso de inscripción de los importadores y en los controles internos de la Sedronar.

El escándalo de la efedrina estalló en agosto de 2008, con el Triple Crimen de General Rodríguez. Argentina había pasado de 2900 kilos, en 2004, a los 19.150 de 2007. En cuatro años, se importaron casi 50 toneladas. Según la Justicia, 41 toneladas se habrían desviado al narcotráfico.

En marzo de 2009, el ex presidente Néstor Kirchner recibió en Olivos a un importante empresario farmacéutico, quien le transmitió la preocupación de los laboratorios nucleados en la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA). Luego de esa charla, según confesó un ex funcionario kirchnerista, Kirchner se comunicó con José Granero. Obligado por el contexto, el ex titular de la Sedronar terminó firmando la resolución 479, mediante la cual creó la Comisión Asesora del Registro de Precursores Químicos, integrada por Mariano Donzelli, Mariano Del Villar, y César Pombo.

En pocos días, los especialistas elaboraron un crudo diagnóstico del RENPRE, el organismo por el cual se enfrentaron públicamente Granero y el entonces ministro Aníbal Fernández. “El proceso de inscripción se encuentra invertido: se le otorga número de inscripción a un sujeto o empresa que no se sabe si va a ser inscripto”, arranca el informe fechado el 12 de agosto de 2009. En pocos días, esa comisión relevó 1700 expedientes. Los especialistas también detectaron que el sistema admitía, aún en ese entonces, las reinscripciones de particulares o empresas que adeudaban los informes trimestrales, uno de los pocos mecanismos de control. Por ejemplo, una empresa que tenía certificado de importación hasta enero de 2010 había presentado su último informe en el primer trimestre de 2006.

El sistema informático de la Sedronar no estaba exento de las irregularidades. “La base de datos puede ser modificada en cualquier momento, cambiando datos, anulando disposiciones sin ningún control y con total impunidad ”, denunció la comisión en el informe final dirigido a Granero. Los especialistas, además, sugirieron dar de baja a 250 personas físicas y jurídicas. ¿Qué ocurrió? Obligado por el escándalo, Granero puso en marcha algunas modificaciones en los procedimientos. Fue puro maquillaje.

La comisión la armaron Granero y Abboud para echarle la culpa al Registro”, se quejó esta semana un ex empleado del Registro. La jugada logró tapar el escándalo. Y Granero sobrevivió al frente de la Sedronar hasta el día que Cristina asumió su segundo mandato, el 10 de diciembre de 2011.