Un ex dirigente arrepentido, la clave del escándalo en la FIFA

Chuck Blazer habría grabado, con micrófonos escondidos, distintas conversaciones de dirigentes de la FIFA. En 2013 lo habían suspendido durante 90 días por una sospecha de aceptar coimas millonarias. Esas grabaciones son clave para la detención en Suiza de altos funcionarios de la FIFA, acusados por corrupción. La detención se llevó a cabo en Suiza pero es a pedido del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que solicitó su extradición para juzgarlos. Los acusan de fraude electrónico, blanqueo de dinero y extorsión. Entre los implicados hay tres empresarios argentinos acusados: Alejandro Burzaco, de Torneos y Competencias, y Mariano y Hugo Junkis, de Full Play. En  ambos casos, las sospechas y los argumentos sobre los cargos son por contratos televisivos con las diferentes asociaciones.

Burzaco es CEO de Torneos y bajo su sombra se produce Fútbol Para Todos. Es un hombre que pisa fuerte en Santa Mónica, la empresa que se encarga de organizar toda la movida de la Selección y tiene los derechos del fútbol argentino para el exterior. Maneja, además, los Torneos de Verano y tiene determinación en las decisiones de la Conmebol.

Por eso no extrañó verlo en la cancha el día del escándalo entre Boca y River en La Bombonera, al lado de los jugadores y del veedor de la Conmebol. Y en Boca también tiene peso. Se lo acusa de haber sido el encargado de manejar el Museo de Boca, con el aval del presidente Angelici.

¿Quién es Hugo Jinkins? Es el dueño de Full Play, la empresa que tiene los derechos de televisión de la mayoría de los seleccionados sudamericanos y algunos de la Concacaf. Bajo su ala están la Copa América de Chile y el Sudamericano Sub 17 que se jugará en Paraguay.

Su hermano Mariano es el vicepresidente de la firma. Y se le adjudica haber tenido un fuerte papel en la clasificación de Ecuador al Mundial 2006. Le consiguió amistosos y lo posicionó en el mundo.