“Kartell”, el libro que cuenta el negocio de la publicidad pirata dentro del Fútbol Para Todos

Una interesante investigación del periodista rosarino Marcelo López Masia. Acusa al kirchnerismo de haber montado un sistema paralelo de recaudación privada del fútbol

Fueron seis meses los que precisó Marcelo López Masía para investigar y publicar “Kartell”, el primer libro de una trilogía que apunta a desenmascarar los negocios turbios bajo el ala kirchnerista. Su primer foco es Fútbol Para Todos.

La punta del iceberg fue un “Garganta”, una persona que contaba con detalles todo la interna. Ese arrepentido que siempre se necesita en las investigaciones fue bien aprovechado por Masia para escribir “Kartell” .

La trampa estaba a la vista, solo hacia falta mirarla con detenimiento. Del Secuestro de los goles se pasó a un sistema propagandístico del Relato k, que tras prohibir la publicidad privada pasó a generar ingresos por la puerta de atrás.

En febrero de 2010, el Gobierno decidió que ya no se incorporarían “publicidades privadas” a las transmisiones de los partidos.

“Diez millones de segundos de publicidad en televisión pirateados por el Fútbol Para Todos” es la hipótesis de la investigación.

En 2009, se produjo un cambio fundamental en la publicidad “estática” de los estadios deportivos. Irrumpieron  las pantallas de Led. Con apretar una sola tecla, ahora todo el estadio vería durante varios segundos la misma publicidad en las gigantescas vallas de más de 200 metros de extensión.

Los anunciantes privados fueron tentados por un par de empresas que tenían un pseudo monopolio de la situación comercial para “entrar por la ventana” al negocio.

“Miraba todos los partidos durante el fin de semana y no me había dado cuenta. Recién me di cuenta cuando el “Garganta” me lo contó”, indicó el periodista a Expediente Político.

“Cuando Arsenal sale campeón en 2012 hubo siete canales y estaban todos adentro porque fue una definición simultánea de campeonato y descenso. Salvo TN y Canal 13, por razones obvia, todos participaron”, explicó sobre la posición de los medios.

¿De qué se trató el negocio? Mostrar marcas. Tan simple como eso. “Estando en la tele y sabiendo lo que es enfocar un cartel en el momento justo como un publicidad indirecta. Sé lo que es mostrar una marca y me da vergüenza no haberme dado cuenta”, agregó el autor del libro.

“Antes del Fútbol Para Todos había 50 sponsors. Después, 120. Se sumaron muchas empresas cercanas a los K. Fueron 3000 partidos desde 2010 a 2015, más el Automovilismo Para Todos, Copa Argentina. El negocio fue transmitir todo”, dijo López Masía.

Y agregó: “Todo fue anormal y extravagante. Querían generar negocios paralelos. Y fue, hasta que alguien habló, el crimen perfecto. Algo cinematográfico. Pero alguien habló…”.

López Macía pasó por varios medios y sobre todo forjó experiencia en el periodismo de investigación, siempre apuntando al dinero K. Fue productor de Hora Clave y fue maltratado por Néstor Kirchner cuando este era gobernador de Santa Cruz y la pregunta era “¿dónde guardaba los todos de la provincia?”.

 

Pero eso es solo el primer libro. Hay más. Porque la idea es mostrar todo. Cómo, por ejemplo, el Estado se hace el distraído y recibe dinero. “No se hacen los controles satelitales, el tema de la pesca donde no hay cámaras online como debería haber. El petróleo…”, deslizó.

Las compras del Estado es otro punto fuerte que integrará la trilogía. “Hay un Lázaro Báez en cada oficina porque no se quiere poner un sistema como el de Chile”, ejemplificó. Y apuntó al tema de la droga: “No se quiere poner nada en la frontera. Se compraron dos aviones que terminaron en Córdoba para los entrenamientos de la Fuerza Aérea. Tenemos apenas dos lanchas rápidas para la hidrovía cuando Paraguay tiene la mayor flota: 3.000”, denunció.

“No se hacen campañas de droga, no se gasta un centavo en eso. El lavado no se controla. Todo lo que tiene que ver con la policía que sigue siendo una gran fuente recaudatoria. Hay una cuestión básica: no hay muertos. En México y Colombia, por ejemplo, hay muertos por narcotráfico. Acá los muertos son por peleas entre las bandas, nunca entre el Estado y los carteles”, continuó.

Para López Masía, la clave de la trigolía es el testigo arrepentido. “Siempre hay uno. En la pesca, la minería, del petróleo, del juego, de las compras del Estado, de la policía. Es la manera que tenemos de no teorizar. Que lo cuenten de adentro es lo más sencillo”.