Vernaci no pudo despedir a su padre

La tristeza invadió a Elizabeth Vernaci por la muerte de su padre, de quien no pudo despedirse por los protocolos sanitarios. El relato de “La Negra”, en su programa radial, fue conmovedor y emocionante. “Hace muchos años que estaba enfermo y era una situación esperable. Pero nunca pensé que lo iba a tener que afrontar en un contexto difícil, solitario, cruel y doloroso como este”, indicó.

Aunque admitió que el final era anunciado, Vernaci contó cómo fue el desenlace de la situación que derivó en la muerte de su papá: “Lo internaron el 5 de agosto, le hacen hisopado y le da positivo. Desde ese momento no lo vimos más, solo nos comunicábamos por teléfono con un médico. En esos 20 días estuvimos al límite todo el tiempo”.

En ese crudo relato, Vernaci confesó que “pensábamos llamar de urgencia a un cura, porque no poder estar ahí. Las preguntas que le hacés al médico que es un terapista, que es un señor que está dirigiendo una sala que era de 16 camas y que pasa a tener 34, se les desborda la unidad de terapia intensiva y empiezan a tener mucha más gente para ocuparse y lo hacen de maravilla”.

Fue así que consiguió que un sacerdote visite a su padre: “Era tan chupa cirio que por lo menos se fue con algo, le gustaba mucho el Opus Dei, pero el Opus Dei no lo ayudó. Por suerte conocí a Agustín, un cura villero que había tenido Covid y le pedí por favor para que lo dejen ir a verlo. Los protocolos son tan difíciles…”.

“No lo vi más, no le di un beso, no estuve con él y voy a llegar con una urna donde ni siquiera sé dónde están la cabeza y los pies. Esto es muy inhumano. No solo no lo pude abrazar, dar un beso, agarrar la mano, no pude nada y ¿también querés que lo lleve a cremarlo y lo pase a buscar a los dos días?”, se quejó con crueldad.

En el final, Vernaci contó que le pidió a los médicos que le hagan escuchar un audio a su padre, pero la respuesta fue negativa. Algo que sí se concretó cuando fue el cura: “Mi papá lo escucha y reacciona. Recuerden que estuvo 20 días en la nebulosa. El cura me dijo reaccionó, que me buscó, abrió los ojos, se emocionó. Bueno, algo de él se despertó con mi voz. A los dos días, el 25 de agosto, me llaman y me avisan que mi papá se murió”.