Versiones sobre un reacomodamiento político en América

La salida de Liliana Parodi no respondería solo a razones de malos resultados profesionales.

Liliana Parodi vive días de espera. Se sabe que dejará el cargo por pedido de las autoridades del canal tras una década como gerenta y otras dos más en la señal de los Vila-Manzano. La productora ejecutiva sigue ocupando el despacho, rodeada de su mesa chica, esperando el relevo y evitando correrse de marco legal. Se supo que rechazó la salida elegante que le ofrecieron para ocupar una gerencia en la empresa Edenor.

Sobre su reemplazo hay una danza de nombres. Se cree que por mas que la cáscara sea un famoso, detrás de esa nueva figura habrá un comisario político. Fuentes dentro del canal advierten que el fin de la etapa Parodi implica un giro definitivo del Grupo al oficialismo. En los pasillos se bromea “vamos a ser un nuevo C5N, sin tanta plata”.

Por supuesto que la versión se sostiene en la teoría de la famosa devolución de favores. Vila-Manzano obtuvieron las acciones de la energética Edenor, la compañía más grande de las distribuidoras eléctricas privatizadas en la década de los 90′.

Vila hizo visible su favoritismo político por el oficialismo en plena campaña presidencial de Alberto. Manzano, en cambio, fiel a su historia, sigue manteniendo un bajo perfil.

El caso Laje y la fuga de talentos puso a Parodi en el foco de la observación. También su pelea con Guillermo Andino. Razones de peso hay para el cambio pero también se especula que se mida la oportunidad previamente deseada.

Laje al defenderse de las acusaciones sobre acoso laboral filtró una frase: “Me quieren destruir”. Las mujeres que lo acusan vieron ese gesto como una forma de no hacerse cargo de su destrato. Las cuestiones se mezclan en un canal que es un verdadero hervidero.