Alberto intenta poner un paraguas con un ex CEO en el gabinete

La llegada de Antonio Aracre ha significado una movida singular en medio de la tormenta.

Antonio Aracre no será un Jefe de Asesores cualquiera. El presidente lo designó como un paraguas protector ante los medios y una especie de intento de perfume de burguesía nacional en el gabinete.

El ex CEO de Syngenta es un viejo conocido de importantes periodistas que influyen en la agenda pública. La empresa de semillas de capitales chinos ha sido, en los más de 30 años que Aracre la condujo, una aportante de publicidad privilegiada.

Su tono moderado y racional llega a un gobierno que atraviesa su peor momento y declive en vistas a las próximas elecciones.

Aún sin asumir formalmente, Aracre tomó la voz en diversas entrevistas remarcando que llega para articular algunos acuerdos con la oposición. Parece una agenda ambiciosa y hasta extemporánea en la dura coyuntura de enfrentamiento entre oficialistas y opositores por el manejo de la Justicia.

Su llegada no tuvo criticas ácidas, salvo la reflexión de que al “gobierno de los científicos arribaban ahora los ceos”.

Es todavía prematuro anticipar cómo esta atípica llegada de un outsider de la política  pero que venia dando señales de simpatía con el oficialismo, caerá en un gabinete muy desarticulado y con la figura central de Sergio Massa, quien ha resignado su exposición envolvente en los medios pero que atiende el fuego permanente de la economía.

A la llegada de Aracre se sumó en las últimas horas una fuerte versión sobre la posible llegada del empresario de Toyota, Daniel Herrero. Por ahora las respuestas fueron discretas desmentidas.