Cuarentena Netflix vs cuarentena calle de tierra

Kicillof puso de relieve algo que no cierra en el discurso oficial: el distanciamiento social se hace imposible en el conurbano.

El gobernador bonaerense Axel Kicillof, al igual que muchos intendentes, entiende que entre el discurso de recomendaciones de aislamiento y la realidad del conurbano hay una distancia abismal. Las imágenes que se produjeron este viernes en varios barrios populares del Conurbano haciendo filas en los bancos para hacerse de efectivo, lo pusieron en evidencia.

La percepción social de algunos sectores de clase media que reaccionan indignados al ver las imágenes de aglomeraciones en el conurbano, mientras ellos realizan una cuarentena “confortable”, es una distorsión de la comprensión real del drama social de Argentina ante el avance del virus en los sectores populares.

En este orden de cosas, parece prioritaria la colaboración del Ejército, que ya se trasladó a La Matanza para distribuir alimentos.

En casillas de madera y calle de tierra, muchas veces sin agua potable, la cuarentena es una abstracción y en el mejor de los casos se violará sino surge el miedo a los saqueos.

Kicillof se desmarcó un poco del discurso de Alberto y señaló que “no hay que perseguir a los que incumplen la norma en la provincia”.

Por eso la postura realista que llevaron los curas villeros al presidente, en su reunión en Olivos, fue “quédate en tu barrio” en reemplazo del “quédate en tu casa”.

La política sucumbe ante el fracaso de cara al 40 % del país de la pobreza. Hay medidas y preocupación. Esperemos que no sea tarde.