Efecto Cabo Verde: otra vez una funcionaria de Salud en el ojo de la tormenta

Una burrada de una empleada de sanidad de frontera permitió el ingreso de una embarcación que había partido de Sudácfrica. Vizzotti desmiente.

En el 2021 no hay excusa para no saber o no poder confirmar dónde se encuentra un país: existen Google, Google Maps y 4G. Por eso tampoco hay excusas para confundir la procedencia de un crucero, que si llegaba de África, que si llegaba de Asia. Lo seguro, lo que sabía, era que había partido de Cabo Verde. Lo único que deberían haber hecho era googlear dónde quedaba.

Cuando lo hicieron, ya era tarde. Una empleada de la Dirección de Sanidad de Frontera dijo “África”, otra dijo “Asia” y por eso mismo el crucero “Hamburg”, con más de 300 de personas a bordo, la mayoría alemanes, puedo ingresar a la Argentina. Si hubieran actuado correctamente, no lo habrían permitido porque, ante la nueva variante del coronavirus, el Gobierno prohibió el ingreso de personas provenientes de países africanos. Como Cabo Verde, un archipiélago ubicado en el océano Atlántico a la altura del norte africano.

Algunos medios publicaron que una familia alemana, con autorización para pisar tierra firme, llegó hasta el aeropuerto internacional de Ezeiza para subirse a un avión con destino final hacia su país de origen, pero que las autoridades, al darse cuenta del error geográfico, llegaron a tiempo y los obligaron a regresar al crucero.

La ministra de Salud Carla Vizzotti desmintió algo, pero no dijo qué: “La información sobre el crucero ‘Hamburg’ es falsa. El buque dio aviso de un caso positivo, se programó un operativo y se realizaron más de 300 PCR en 24 horas”. No quedó claro si se refería al origen del crucero -quedó demostrado el error oficial-, la travesía de la familia alemana hasta el aeropuerto u otra cosa.

Pero una de sus funcionarias, Claudia Madies, directora de Habilitación, Fiscalización y Sanidad de Frontera, quedó otra vez en la mira por la confusión entre África y Asia. Ella también minimizó todo en Radio con vos: “Este país no está dentro de la lista en la que se anunció la existencia de la variante. Argentina, como medida de precaución, está tomando a todo el continente africano”.

A principios de año, la Dirección de Sanidad de Frontera quedó envuelta en la polémica por los controles sanitarios en Ezeiza. En el aeropuerto funcionaba un puesto de Labpax, un laboratorio recientemente creado por dos monotributistas, que, sin experiencia previa, contrataron para realizar los tests de PCR y de antígenos a 6 mil y 4 mil pesos, costos a cargo de los pasajeros.

La responsable de que eso no sucediera o, en todo caso, advertirlo era, justamente, Madies, pero Vizzotti recién se enteró cuando el periodista Diego Cabot lo reveló en La Nación. Ahora, en el caso del crucero, del error se dieron cuenta los mismos empleados de la terminal portuaria, pero una vez que lo dejaron tocar tierra firme.