El Nunca más de Macri, entre la década perdida y la herencia

Macri desobedeció a los analistas y apuntó más a la herencia que al futuro. Su discurso leído, en primera cadena nacional, abundó en datos sobre como recibió el gobierno. La opo K lo hostigó continuamente.

Minuciosamente estudiado sin la retórica que en los últimos 12 años inundó las ceremonias de apertura de sesiones ordinarias, Macri tuvo gestos hacia adentro del sistema político pero sobre todo le dio a la opinión pública lo que parecía querer escuchar.

La famosa herencia recibida monopolizó la primera parte de su discurso, con frases cortas pero todas buscando los titulares de los diarios. “Se llevaron todos los papeles”, simbolizó el presidente que calentó el ambiente tribunero. La linea dura del sector ultra k lo comenzó a abuchear, algunos se levantaron y una diputada gritó: “Basta de represión”.

Macri mantuvo la calma escénica y pidió respeto a la investidura. Inmediatamente fue ovacionado por el bloque amarillo. Ver pegando papelitos a quienes construyeron un relato épico, connotó cierto infantilismo político, de quienes ahora no tiene liderazgo.

Carrió aplaudió de pie a Mauricio, dando a entender que pese a sus diferencias sabe los límites de los que ya no quiera que vuelva.

La mayor sorpresa que algunos les habrá sonado a sobre actuación fue cuando Macri dijo “Nunca Mas”, recordando el 40 aniversario del golpe.