En el caso del protocolo del aborto está en juego la tinta que le quede a la lapicera de Macri

El Secretario de Salud se creyó con autonomía y se otro pro activo hacia el progresismo. Los radicales embistieron fuerte a los Pro conservadores.

Los últimos días de un presidente son generalmente de irse acomodando a un vida menos expuesta y sosegada. En el caso de al transición argentina todo es posible y cada hora una caja de sorpresas.

El caso del protocolo firmado por el Secretario Rubistein, mas allá de su acto de justicia o no, representó un desafío a la autoridad del presidente saliente. Detrás de él, un sector del radicalismo aprovechó para embestir a la debilitada mesa chica de la Rosada.

Rubistenin se creyó con poseedor cae un tanque de tinta extra en referencia a. no consultar por su iniciativa a Macri, que ya va teniendo una bic en su escritorio.

El otro enfoque es el contenido del protocolo. Si fuera cierto que lo que el Secretario hizo fue meramente poner en un papel lo que la justicia ya avala ante casos concretos de intenciones de abortos nop unibles en hospitales públicos , ¿porqué tamaña polémica?

EL protocolo actual deja zonas grises y sostiene el derecho de objeción de conciencia de los médicos , que en todo caso para impugnarlos deben recibir directivas previas y taxativas de la posición en las clínicas para las que trabajan.

Lo que intentó hacer Rbinstein, además de su desafiante gesto político, fue homologar criterios y simplificar los abortos de sea tipología ya incluidos en el código penal.

Quiso congraciarse con el sector progresista Verde, radicales incómodos en Cambiemos y sobre todo tirar un guiño al nuevo gobierno que quiere abrir el debate en el Parlamento de la despenalización del aborto.