En el Senado, el Pro quedó a la intemperie y en tensión con los radicales

Falta de reflejos políticos en las filas del oficialismo ante la media sanción por la ley anti despidos. Michetti y Pinedo quedaron arriba en el pase de facturas. Además,la relación con la UCR está resentida en la Cámara Alta.

¿Cómo seguirá Cambiemos en el Senado tras el duro traspiés de la semana pasada? La pregunta que se hacen en el gobierno, ya que inquieta tener esa instancia como un veto permanente a las iniciativas ejecutivas.

Desde ale arranque se sabía de ola complejidad del nuevo tiempo político. Pro y radicales solo suman 14 legisladores de los 72 que integran el cuerpo.

Sin el llamado “fuego amigo” de Pichetto y otros como los que responden al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, al gobierno se le hará imposible.

Al revés por la ley anti despidos, le faltó cálculo y cintura política por parte de los mandamás del Pro en el Senado. En palabras de un asesor de experiencia del bloque: “Gabriela se fue de viaje, diciendo que estaba todo arreglado. Mientras que a Pinedo le pasan los aviones por arriba”.

Los “aviones” son los senadores que no solo dicen responder a sus gobernadores sino hasta disponen de cierta autonomía. Desde la Rosada se demoran promesas de obras públicas a provincias que aportaron sus votos para sacar las leyes cerrojo y re ordenar la cuestión macro económica.

La relación con el bloque de la UCR también sufre un franco deterioro. Varios de los radicales se ausentaron del debate por la ley anti despidos, y otros hicieron gala de su independencia. Al santacruceño Alfredo Martinez, lo llamó un funcionario para pedirle contar con su voto en contra de la iniciativa. Martinez, conocido por sus pocas pulgas, lo mandó al diablo y le corto.