La misa por Rucci tendrá divisiones y polémicas por lo ocurrido en Luján

La principal evocación será en la Catedral. La hija del emblemático sindicalista asesinado por Montoneros toma distancia del diálogo propuesto por el oficialismo.

La figura de Rucci tendrá la principal evocación , esta noche, en la Catedral metropolitana.Se espera que la misa sea la contracara de lo que se intentó provocar en la de Luján. Esa misa , organizada por Wado de Pedro, tuvo entre sus participantes a Eduardo Duhalde , en primera fila. Sectores peronistas anti k, que recordarán la figura del sindicalismo ortodoxo de los 70, cuestionaron al Cabezón haber “sido algo ingenuo” al acudir a una misa partidizada bajo el traje de la reconciliación.

La hija de Rucci, Claudia, escribió una nota de opinión en Infobae, donde apuntó al kirchnerismo como eje paralelo del odio que dispersaron las acciones montoneras , como la acontecida un 25 de septiembre de 1973, dos días después del triunfo en las urnas de Perón, fue asesinado el líder metalúrgico en un atentado terrorista.

Duhalde duda en asistir pese a haber sido un concurrente de siempre a la revindicación de la figura que se enfrentó a la izquierda peronistas de los 70.  Los organizadores expresan la siguiente composición histórica: “Somos cosas distintas nosotros reivindicamos a Rucci y Perón y ellos a Tosco y Campora. Nos separa un abismo”.

Paradójicamente, la estela de Rucci hoy es reivindicada con mayor énfasis por sectores opositores , lo que muestra que el peronismo , desde el arribo del kirchnerismo, dejó de ser una masa en bloque hegemónico. El gobierno fallido de Alberto,  ya en  estas instancias de análisis,  representa quizás un cambio de época. La crisis de los partidos políticos en su instancia final, con alianzas políticas en búsqueda de sumar consensos mínimos para poder gobernar.

La Misa de Luján generó también divisiones en la Iglesia. La cúpula tomó distancia de la ceremonia religiosa que se “vendió” como un mensaje pacificador tras el atentado contra Cristina. Las disculpas que hizo el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, no alcanzaron. Hasta el Papa Francisco quedó descolocado.