Otro papelón de Aguad en cruces con la Armada

La plata enterrada y el misterio del submarino ya no puede competir con las tapas del drama económico. Lo cierto es que el Ministro de Defensa sigue sorprendiendo con sus relatos, dejando al desnudo una clara impericia de conducción.

Aguad, consultado sobre un informe periodístico que indicó que el ex titular de la Armada, Marcelo Srur, habría desestimado la ayuda británica en plena búsqueda del ARA, ratificó la especie sin ahondar en cómo supuestamente un militar le pudo imponer la agenda a un funcionario de la democracia.

Para colmo, la actual conducción de la Armada desmintió, horas después, al propio Ministro, a través de un comunicado que señala: “La empresa Ocean Infinity definió libremente sus áreas de búsqueda”.

La historia verdadera sería que efectivamente hubo un estado deliberativo de revisar la oferta de ayuda británica, como consecuencia de las heridas aun no cerradas de la Guerra de Malvinas. Srur opinó al ser consultado que no era necesaria ni conveniente esa ayuda. Aguad se tomó 48 horas para pensar. Luego, dice , que el enlace con Puerto Belgrano no se efectivizó.

El contraalmirante Luis López Mazzeo, responsable del Comando Operativo del Submarino, era quien propuso a Aguad la necesidad de dejar ingresar a la plataforma marítima argentina a la nave británica, olvidando los resabios del conflicto bélico. Su postura no fue antojadiza ni casual. A Mazzeo , acusado de restarle información del estado del ARA a su superior, se lo relaciona como un “soldado” de a embajada norteamericana, y sus vínculos lo hizo jugar en la interna de la Armada.

La institución de la Marina no acordaba a nivel de sus oficiales aceptar esa ayuda , viéndolo como una ofrenda ante quienes hundieron el Belgrano. En todo caso, siempre fue facultar de la autoridad política, considerar esta postura aceptable o no.

Aguad está quemando las últimas naves en su descolorida y polémica gestión. Sabe que la búsqueda del ARA pocos resultados podrá exhibir de esclarecimiento sobre lo que realmente pasó. Para realizar una pericia científica cercana a lo real, lo que e encuentre en las profundidades debería ser de un tamaño apreciable y necesariamente sacado a superficie para periciarlo. Todo muy lejos de lo posible.