Pérez Volpin: “A la política le falta sensibilidad”

Débora Pérez Volpin vive días agitados. La primera candidata a legisladora porteña por Evolución, el espacio liderado por Martín Lousteau atiende el llamado de Expediente Político. “Gracias por bancarme, estoy tapada de cosas”, se disculpa la licenciada en Ciencias de la Comunicación que por muchos años fue la voz de los noticieros de El Trece.

Con la misma claridad con la que le hablaba a millones argentinos desde un micrófono, Pérez Volpin es didáctica y precisa. Sabe lo que quiere, a lo que apunta. “Hay que construir sobre lo construido”, dice, convencida.

¿Por qué te animaste a dar ese paso del periodismo a la política?

Fue una necesidad personal, un crecimiento propio. Atravesé una cantidad de situaciones familiares y personales que me han movilizado y después de muchos años en el periodismo tengo la necesidad de hacer cosas de otro modo, en otro ámbito. Es un puente entre lo que venia haciendo y lo que quiero para el futuro. Sé que tengo la capacidad de hablar con la gente, de observarla y, especialmente, de escucharla.

¿Qué es lo más complicado en la política?

Los vicios que yo no tengo y espero no tener. Y que, por supuesto, me estoy preparando en muchos aspectos en particular. Vengo de un ámbito diferente lo cual me otorga una mirada distinta, más cercana a la gente y a sus realidades porque vengo de muchos años de caminar la calle y ver a la gente de otro modo. Que me otorga sensibilidad que es lo que le falta a la política.

¿Qué podrías aportar desde tu lugar?

Un mirada cercana a la gente, la confianza que siento que la gente tiene en mí. Quiero estar pendiente de sus preocupaciones y problemas e intentar aportar soluciones a problemas que a veces parecen pequeños y son los más abandonados y tienen que ver con la educación y la salud, que son prioridad para mí y para la gente.

¿Cuál es tu opinión sobre la educación pública?

Considero que está muy atrasada y me baso en los últimos resultados que se conocieron. El nivel socio económico es determinante en el desempeño escolar y en la ciudad de Buenos Aires es donde se da la mayor desigualdad. La educación pública es la herramienta que tenemos para el futuro.

¿Cómo están los jóvenes hoy en día?

La juventud está desatendida, hay muchos que dejan la escuela y hay que poner la mirada sobre ellos. Entender los saltos que hay entre los distintos niveles educativos en la ciudad de Buenos Aires, tanto en las vacantes que faltan por año en los jardines, como el salto que hay entre la primera, el nivel secundario y la universidad, donde tenemos un ciclo básico común y una universidad gratuita y abierta pero que solo la terminan el 35% durante el primer año. Estos saltos de calidad es lo que, justamente, hacen que no funcione esta cadena y después tengamos otro salto exponencial. Y te puedo dar un ejemplo.

Adelante…

El resultado que dio la última Expo Empleo Joven, que mostró que el 70% de los que fueron a buscar trabajo no estaban calificados para los trabajos que se ofrecían. Entonces está claro que los eslabones entre los niveles educativos no están funcionando.

¿Cuáles son las falencias más importantes del país?

Es un país complejo que tiene abandono y retrocesos en algunas áreas, especialmente las sociales. Hay una distancia enorme entre el marketing y la verdadera información que necesita la gente. A veces las soluciones se encuentran recorriendo y escuchando a la gente, no es una cuestión de invertir dinero. Nota una falta de sensibilidad y que a veces hay que hacer foco en pequeñas necesidades que a la gente le cambiaría la calidad de vida. Hay buenas ideas, pero de concreción pobre.

A veces hay demasiada publicidad y marketing, y se pasan por encima estructuras. Como los comuneros, que tienen un trabajo específico y se consulta a la gente a través de otros mecanismos o por computadoras, teniendo instituciones intermedias que podrian ocuparse de eso con mayor sensibilidad y cercania. Uno de nuestros lemas es construir sobre lo construido. Aportar y sumar soluciones, y no quedarse en lo negativo.