Recrudece el conflicto en la UBA: sancionaron a una docente que dictó una clase en la calle

Se trata de la profesora de filosofía Mónica Cragnolini. Un policía porteño le labró una multa por obstruir el tránsito. Solidaridad del gremio y de científicos del Conicet.

El hecho ocurrió el pasado viernes. Es un botón de muestra de lo asimétrico que es la reacción del Estado ante diferentes protestas. A camioneros o piqueteros que obstruyen centros neurálgicos de la Ciudad no se les dice nada. En cambio, Mónica Cragnolini, profesora destacada de Filosofía, tuvo una idea de protestar dando clases en las afueras de la Universidad y lo pagó con la incongruencia de un agente de policía.

El policía le labró un acta contravencional por negarse a levantar una clase pública y obstruir el tránsito. El marco del conflicto es increíble: hace 4 semanas que no se dictan clases por una propuesta salarial inconducente ante la presión inflacionaria.

Un 15 % en cuotas es lo máximo que dan desde el Ministerio de Hacienda. El Ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, aparece pintado y tironeando recursos con el ministro de Ciencia, Lino Barañao.

Ayer se realizó un abrazo simbólico de apoyo al plan de lucha en la sede de Puán 480, en Caballito. Entre los científicos del Conicet hay candidatos noveles que tienen agudas críticas a la insensibilidad de las autoridades.

Cragnolini es una docente muy respetada entre sus colegas, y la antipática medida que le aplicaron despertó una ola de solidaridad que la van transformando en una especie de luchadora icónica contra el ajuste.

Además, en el círculo rojo de sectores influyentes que tienen sus hijos en los colegios dependientes de la UBA, como el Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, tantos días sin clases están visibilizando el malestar, que podría tener un pico de tensión en la próxima reunión del Consejo Directivo de la UBA, como así también una marcha de Universitarios antes del cierre invernal.