Riquelme y un silencio que molesta

Los periodistas partidarios de Boca llaman a Román, y éste no los atiende.

Juan Román Riquelme está feliz. En su nuevo cargo de vicepresidente de Boca, el ídolo está armando y diagramando el equipo para el próximo año. Los que no están felices, parece, son los periodistas partidarios del Xeneize.

Acostumbrados a levantar el teléfono y comunicarse con el técnico de turno o alguien de su confianza, y hasta con dirigentes que les tiraban ciertas puntas de información, ahora el escenario cambió totalmente.

Riquelme, está claro, no se casa con nadie. Ni siquiera atiende los llamados que le piden data para tirar en los programas y llenar espacios. Que Russo sí, que Russo no. Que De Rossi se queda en Europa, y muchas especulaciones que nacen de la boca de los periodistas.

“Román es así. Como cuando jugaba, maneja los tiempos que él quiere. No le importa que lo llamen, no le hace ruido nada”, dice un periodista que cubre Boca hace años. ¿Molesto? Para nada. “Si es por el bien del club, que siga trabajando en silencio. Peor deben estar los que se pasan horas y horas en el club y no tienen nada para decir”, agregó.

Ese grupo de periodistas partidarios no están tan tranquilos, claro está. Saben que Riquelme habla poco con la prensa y, cuando lo decide, elige con quién hacerlo. Sus últimas declaraciones, en la previa de las elecciones, son una clara muestra.