Se viene la interna de los “invisibles”

Competirán por la UCR capital. Angelici estudia mostrarse más en la política que con el fútbol. El Coti toma distancia de su amigo Macri.

El Tano Daniel Angelici entendió que no hay espacio para un nuevo Nosiglia en la política argentina. Desde los 80 hasta el 2000, ser de la élite era llega a ser un “operador” en las sombras que no tiene que dar explicaciones de nada y goza de una protección especial.

Los cambios culturales, sobre todo provocados por las redes sociales, construyeron una sociedad con los reflectores apuntando a lo público y vulnerando la intimidad sin necesidad de ser espía ni estar pinchando teléfonos. Siempre seduce correrse a la sombra, pero el cambio de paradigma los obligó a todos a posar en la selfie.

La visibilidad de la política -open face- es inevitable. Los timbreos, la cultura de cercanía impuesta por el PRO, ha dado tan buenos resultados que para sobrevivir, hasta los más duros en esos menesteres deben adaptarse.

Quién hubiera dicho que la próxima interna radical tendría enfrentados a Nosiglia vs Angelici. Ayer, Coti aceptó lanzarse como candidato a primer delegado al Comité Nacional y pretende seguir manejando el radicalismo porteño.

Lo único que los une ahora es Boca, lo demás es división y choque de intereses. Fundamentalmente, el Coti quiere defender el espacio crítico a Cambiemos que abrió con Martín Lousteau y que mantuvo a flote un 14% de los votos porteños.

El presidente de Boca es un viejo afiliado radical. Conoce el deporte del internismo del comité, pero desde que está en la estructura de Macri, se ha especializado en ser un influyente en el campo de jueces. Carrió ya no lo acosa como antes, pero le dejó marcado en su juego de hombre “invisible”.

Por eso el Tano va reconfigurando su destino. Sus fieles lo quieren más del lado de articulado, desde el Colegio Público de Abogados, y que vaya soltando el perfil futbolero.

En el mundo de los radicales, Angelici arma una lista opositora a la de las autoridades del radicalismo porteño, con Facundo Suarez Lastra.

El Coti tiene que relevar al actual titular de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti, que ya no tiene reelección. Si ganan la interna, el próximo paso será afiliar a Lousteau para jugar su ficha famosa, en un radicalismo que intenta no ser carcomido por Cambiemos.

El objetivo de esta pelea de los ex “invisibles” es muy concreto. Para Angelici significa despejarle el camino a Larreta, de cualquier peligro, a mediano plazo, que pueda potenciar una mirada crítica a su gestión.

En cambio, el Coti quiere seguir siendo el influyente todo terreno, bajo la bandera de un radicalismo que no se doble ante la avanzada amarilla. Su amistad con Macri está congelada. Sí mantiene línea directa con el secretario general de la presidencia Fernando De Andreis. Una historia de country y chicos en mismos colegios, dejó una relación de confianza, hoy único contacto con el ex Side y la Rosada.