“Seguimos gobernando” se parece al “seguimos ganando” en medio del vacío del poder

Wado de Pedro llegó tarde a la reunión de Gabinete en medio de especulaciones. Se rompe en cualquier momento.

Complejo, delicado y frágil. Todos estos adjetivos explican el lodo de la superficie de un oficialismo atrapado en una feroz interna. ¿De quién es el gobierno? El Jefe de gabinete aceitunero madrugó tempranero y abrió las puertas del convite. Antes la rueda de prensa con respuestas al toque. El tucumano, Juan Manzur, trató de empoderar al presidente con “el que define las lineas principales de la política de estado es el Alberto”. “Seguimos gobernando”, remató el tucumano.

A esta altura el “seguimos gobernando” se asimila al fraseo del periodista pro dictadura cuando decía “estamos ganando”. Una realidad ficticia. En este contexto histórico, en plena democracia, la frase de Manzur suena a cáscara vacía. El gobierno está partido y solo falta cristalizar el divorcio.

El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, calificó de “estúpida” la declaración de ataque posesivo de parte del “Cuervo” Larroque, que como vocero de La Cámpora, dijo que el “gobierno es del kirchnerismo”. Serio agregó: “Le pegan a Guzmán pero el objetivo es Alberto”. Clarísimo.

En medio de ese tiroteo, Wado de Pedro llegó tarde a la reunión de Gabinete y tuvo que aclarar que fue por un problema de salud de uno de sus hijos. Wado es el último canal que tenía el presidente con Cristina.

Cristina, más elegante que el Cuervo, había tuiteado que hay que hacer siempre una distinción entre legitimidad de origen y legitimidad de ejercicio. El profesor de Derecho y presidente formal, reaccionó con el escudo de la Constitución que indica que el gobierno es del Pueblo.

Se acercan momentos muy complicados de gobernabilidad.

 

Horacio Caride