Un cura villero indignado con un funcionario porteño

La pelea se da cuerpo a cuerpo en las villas o llamados barrios populares. La comunicación de la contingencia pesa en un funcionario fundamentalmente, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. Su buena imagen y eficacia en los medios despiertan recelos.

En la Villa 31 tiene mala prensa. Un cura villero se encarga de hacer trascender su indignación con el funcionario, al que acusa de haber subestimado el problema en las villas y de llegar tarde ante la circulación del virus.

Su baja de acciones en las villas lo corrió como interlocutor y creció la injerencia de la ministra de Desarrollo María Migliore.  

La funcionaria es respetada en la villa, a diferencia de Quirós que solo aparece si se garantiza la presencia de algún homólogo nacional.