Un gremio estatal pide un aislamiento de los empleados del Argerich por el coronavirus

En el Hospital Argerich nadie lo quiere decir, pero los trabajadores tienen temor al “efecto contagio”. Allí murió Guillermo Abel Gómez, el argentino que contrajo la enfermedad en Francia, por lo que se convirtió en la primera víctima fatal de la epidemia.

Los médicos pensaron que Gómez tenía influenza, por lo que siguieron los protocolos para atender esa situación, pero cuando se dieron cuenta que en realidad tenía coronavirus, ya era tarde: el paciente murió, pero antes estuvo en contacto con varias personas.

Por eso, los empleados del hospital, nucleados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), exigieron a las autoridades que permitan al personal realizar un aislamiento preventivo para contrarrestar la posible circulación del virus en el centro médico.

En consecuencia, el jefe de guardia del Argerich, Roberto Veneroni, a cargo de las atenciones de los lunes, denunció a través de una carta que el sector que encabeza se encuentra en “colapso operativo”. Las autoridades de la Ciudad rechazaron esa denuncia. “No hay colapso”, salió a decir el jefe de Gabinete de la Ciudad.

La interna politica ya se coló en la emergencia.