El intruso de la Rosada

Tolosa Paz embistió ante el desmarque de Wado de Pedro. Sin embargo sigue en su cargo.

En septiembre de 2021, con las urnas calientes ante al derrota del oficialismo en la elección de mitad de término, Wado de Pedro había puesto a disposición del presidente su renuncia como ministro de Interior para “facilitar” la lectura sobre el resultado adverso para el gobierno. Fue solo un amague ya que se quedó hasta estos días de nuevas turbulencias con La Cámpora. Wado utilizó el desaire de no haber sido partícipe de las reuniones bilaterales con Lula como excusa para amplificar las diferencias, en un contexto donde él es un virtual candidato a presidente por el ala kirchnerista.

Lo ilógico del asunto es que tras las declaraciones de Tolosa Paz (una de las personas más fieles a Alberto) en el sentido de exigirle definiciones al titular de la cartera política sobre “de qué lado se quería ubicar realmente”, nada sucedió Nadie ha sido confirmado ni tampoco hubo echados, que sería lo lógico para la autoridad presidencial.

No es un caso único en la singular manera de Alberto sobre cómo pararse ante el poder. Hace largos meses que tiene un Jefe de Gabinete, Juan Manzur, que quiere irse del gobierno para retornar a su provincia. El resultado de los dimes y diretes es que hay un Jefe de ministros distraído y sin motivación en un puesto que debería tener la segunda jerarquía en el organigrama de estado.

En el caso de Wado aprovecha cada instancia de su cargo para operar en una agenda alternativa y personalizada en la que ha incluido giras internacionales (invitando opositores), contactos con personalidades de la cultura y un quirúrgico uso de las redes sociales, mostrando al “candidato” humano y resiliente.

Wado aprovecha cada instancia de su cargo para operar en una agenda alternativa y personalizada , en la que ha incluido giras internacionales (invitando opositores) , contactos con personalidades de la cultura y un quirúrgico uso de las redes sociales , mostrando al “candidato” humano y resiliente

De Pedro permanecerá en el gabinete, haciéndose el distraído, hasta que su Jefa le diga otra cosa. Nunca fue real el perfil construido de moderado, que pareció entusiasmar a algunos empresarios del círculo rojo.

El ministro de La Cámpora coquetea con una construcción transversal progresista, por eso su permanente contacto con Facundo Manes, el outsider de la UCR. Los inquilinos de la Rosada, con mandato hasta diciembre de este año, lo llaman “el macho del off“. A ciencia cierta, Wado dejó trascender un malestar con el primer mandatario sin aclaraciones posteriores. Fue Máximo Kirchner quien en El Cohete a la Luna, salió a respaldarlo y aclaró: “Nosotros nunca le gritamos al presidente”.

Una encuesta que salió al ruedo dice que en una posible PASO del FdT, Alberto pierde ante cualquier contrincante. El escenario medido es entre Kicillof, Massa y el mismísimo Wado. A la vez. es cierto que para los otros eventuales postulantes, mientras mantenga viva la esperanza de competir, tener que enfrentar al actual presidente resulta una franca incomodidad.

La reunión de la CELAC como la foto con el canciller alemán Olaf Scholz, fueron vidrieras que mantienen vigente, de alguna manera, al presidente. Sospechan sus fieles que el kirchnerismo lo busca opacar.