En ojotas, intendentes peronistas ven parada la obra pública y reclaman a Vidal

El grupo de intendentes peronistas más críticos a Cambiemos hizo catarsis por la falta de recursos para reactivar la obra pública.  Gesell fue escenario de una declaración de guerra.

“Todas las obras están paradas. No sólo no hay obras nuevas, sino que no se continúan las que están paradas desde hace un año. Todos sabemos de la importancia de la obra pública para la re activación de la economía y esto no parecen entenderlo. ”, así de duro arrancó Fernando Espinoza, presidente del Partido Justicialista bonaerense .

La crítica fue en el marco de un almuerzo del Grupo Fénix, los jefes comunales peronistas más críticos de los gobiernos nacional y provincial, en Villa Gesell.

En la popular parrilla “El Encuentro”, además del intendente local y Espinoza, fueron Verónica Magario de La Matanza, Ariel Sujarchuk de Escobar, Gustavo Menéndez jefe comunal de Merlo, el camporista Juan Ignacio Ustarroz de Mercedes y Franco Laporta ex candidato a intendente de San Miguel.

Buscaron replicar la imagen de unión del peronismo y no quedar atrás del grupo Esmeralda, que días atrás organizó un encuentro en el Partido de la Costa, con el joven intendente peronista Juan Pablo de Jesús como anfitrión.

“Nosotros sólo estamos haciendo las obras que estaban pautadas en el presupuesto anterior, porque aún no hemos recibido nada de recursos ni por parte del gobierno provincial ni del gobierno nacional”, arremetió Gustavo Barrera, intendente de Villa Gesell.

Pero lo que más enfurece a los intendentes es el veto de la gobernadora al inciso 1 del artículo 45 de la Ley de Presupuesto de 2017. Es que le permitía a la Comisión Bicameral de Seguimiento del Fondo de Infraestructura a opinar sobre las prioridades de obras previstas para los municipios, e incluso la habilitaba a recomendar dónde y cuáles obras debían realizarse.

En concreto, los jefes comunales de extracción peronista han perdido poder en la mesa de la discusión de como administrar  las obras durante un año electoral.
Los Esmeralda se muestran algo disconformes pero mantienen su posición de equilibrio, lo que dificulta la unidad pretendida en el congreso del PJ de fines de diciembre. ¿Por cuánto tiempo se mantendrán unidas las líneas internas del peronismo bonaerense? La respuesta podría empezar a salir a la luz el mes que viene, si re realiza el congreso en Santa Teresita, como sucedió en años anteriores.

 

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